Cuando se habla del nearshoring es común pensar en la industria manufacturera. Sin embargo, la ola expansiva de este fenómeno de relocalización de empresas también trae consigo requerimientos profesionales y de servicios.
De ahí que en Latinoamérica, países como El Salvador, Colombia, Uruguay y otros estén impulsando una mayor preparación de su talento tecnológico, advierte Jaime Aldana, country & delivery head de EPAM, una empresa de tecnología y consultoría global.
El responsable de los proyectos de EPAM Systems México afirma que el efecto del nearshoring representa una coyuntura de oportunidad para acelerar “nuestro crecimiento en tecnologías de información (TI)”.
Las ventajas profesionales del talento tecnológico que tiene México son amplias, pues cada día, ganan un mayor terreno en la vida cotidiana de las personas.
“La mayoría de las empresas están cambiando la manera en que utilizan sus presupuestos en tecnologías de información”, dice.
“Al ser nosotros menos costosos, tener una afinidad cultural y la manera en que estamos educados y tan cercanos a la familia, hace que seamos muy buenos desarrollando productos digitales”, agrega sobre el talento mexicano.
El trabajo tecnológico se puede dar a partir de una computadora y con el conocimiento del idioma inglés, pues a diferencia de otras profesiones, esta área tiene menores exigencias respecto a la presencialidad de un trabajo.
Esto permite a los especialistas del área facturar su talento en niveles comparativos a los de profesionales de Estados Unidos u otros países, asegura.
Incluso quienes hoy se dedican al área de tecnologías de la información, ya no requieren un título académico, dice Aldana.
“A mí no me importa si la persona está titulada, saber cómo se ve su raza, su género; si la persona puede entender y desarrollar algoritmos y entender y comunicarse con equipos puede ser parte de nuestro grupo”, señala Aldana.
Para Guillermo González Frankenberger, socio de Hogan Lovells en Monterrey, la importancia del nearshoring tiene que ver con tomar este fenómeno como una plataforma para, incluso, generar una movilidad social.
“Imagínate que comienzas a generar ingenieros, administradores y contadores, porque empiezas a tener negocios alrededor de todo esto y a prestar esos servicios en mayor volumen”, plantea el directivo.
Ambos especialistas coinciden en que la apuesta por el talento tecnológico es una tarea en la que tienen que involucrarse varios actores, como son los gobiernos y universidades, para catapultar así los beneficios de la llegada de empresas a la entidad.