Aunque no han estado exentas de obstáculos debido a la falta de una cultura digital, las fintechs avanzan poco a poco en el mercado mexicano ofreciendo todo tipo de alternativas para facilitar las transacciones, lo que representa su enorme potencial a futuro.
Estos negocios de servicios financieros, altamente apalancados a la tecnología, han crecido a la par de la digitalización bancaria y de los llamados neo bancos, es decir, aquellos que ofrecen servicios de intermediación y nacieron siendo 100% digitales.
La Inteligencia Artificial, la masificación de los smartphones y, en su momento, la pandemia del COVID-19, han sido detonantes para el rápido crecimiento de las fintechs.
Estas apps no solamente facilitan las transacciones financieras, sino que abren nuevas posibilidades tanto para la inversión como para el ahorro y en la obtención y pago de financiamientos.
Pero todavía enfrentan el reto de convencer a miles de consumidores, especialmente aquellos de generaciones más maduras, que desconfían de los procesos online y se sienten más cómodos con los servicios de manera tradicional.
Según Finnovating, una plataforma dedicada a la integración tecnológica de empresas, en México ya operan más de 1,300 compañías fintech, de las que 864, es decir casi un 67%, son locales.
Sin embargo, la firma asegura que el índice de madurez, es decir, la proporción de aquellos que ya demostraron viabilidad y tienen un número creciente de usuarios, es de solamente el 10 por ciento.
Por ello es que se trata de un sector que, pese al acelerado crecimiento que ha mostrado en los últimos años, todavía enfrenta obstáculos y desafíos de factibilidad.
A ello se suma, según la firma, que casi un 30% del total de las compañías están buscando financiamiento para operar y acelerar su desarrollo, es decir, todavía no se encuentran consolidadas.
Hace apenas cinco años, en el 2019, la firma CBInsights reportaba la operación de solamente 80 fintechs en el país, por lo que el crecimiento de los últimos años ha sido explosivo, especialmente durante la pandemia, que es cuando mucha gente, por necesidad, tuvo que recurrir a los servicios en línea, acelerándose así, el cambio hacia lo digital.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares del INEGI, hasta el 2022 había en México 93.1 millones de usuarios de internet, es decir, 79% de la población de seis años o más.
Son las nuevas generaciones las más abiertas a utilizar las nuevas herramientas financieras que ofrecen las distintas plataformas fintech en el país, gracias a su mayor familiaridad con las apps y los servicios en línea de los smartphones.
Sin embargo, para algunos especialistas todo este crecimiento aún encara obstáculos debido a aspectos culturales y al nivel de penetración de los servicios digitales en México.
“Si se logra una mayor inclusión bancaria en el país entraremos a una nueva cultura financiera”, opina el coordinador del laboratorio de análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM, José Ignacio Martínez Cortés.
El especialista cita datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) que refieren que la falta de cultura financiera priva a México de un 2% de crecimiento en su PIB.
Las fintech se enfocan en servicios bancarios, así como en las áreas de pagos, financiamiento, inversiones y seguros, entre muchos otros sectores.
Un mercado que abarca a esta creciente industria es el de los llamados neo bancos, es decir, aquellos que brindan los mismos servicios que las instituciones financieras, pero que ya son nativos digitales.
De hecho, la banca tradicional es la que ha impulsado a muchas de estas nuevas apps, como es el caso de Bineo, del Grupo Financiero Banorte; Now, de Invex; Hey, de Banregio y Billú, de Banca Afirme.
Son muy diversos los beneficios que ofrecen estas empresas, cuya principal cualidad es que no cuentan con ventanillas físicas. En cambio, sus empresas madre todavía son visitadas cada día por miles de usuarios mexicanos que no confían totalmente en lo digital.
Aunque los especialistas no pueden predecir cuántas de las cientos de fintechs que hay en el país sobrevivirán, una cosa es cierta: a futuro la tecnología promete erradicar las largas y tardadas filas de las sucursales bancarias.