Rodeada de montañas y cordilleras, al pie de la Sierra Madre Oriental, con escenarios naturales que incluyen cerros, senderos, y de vez en cuando ríos, Monterrey es considerada por muchos fanáticos la ciudad ideal para el 4x4.
De ahí que la decisión tomada hace 13 años por la fabricante estadounidense de unidades off-road Polaris de instalarse en Apodaca, hiciera total sentido.
Desde el municipio de la Zona Metropolitana de Monterrey que hoy más crece, la empresa ha puesto al alcance del mercado nacional e internacional sus modelos “todoterreno”, para el gusto de los aventureros que gozan librando obstáculos, inclinaciones y trayectos desafiantes.
En este tiempo han sido parte vital del boom de los vehículos 4x4 en la capital regia, llegando incluso a favorecer regulaciones especiales para que estas unidades puedan circular en áreas urbanas, lo que tienen permitido desde el 2019.
El apetito por estos automóviles, conocidos como RZRs (se pronuncia razor), marca con la que Polaris los lanzó en 2008, ha hecho que la empresa decidiera ampliar su capacidad instalada y apostarle también a la electromovilidad, pero sin desprenderse de la adrenalina que caracteriza a sus 4x4.
Con sus características geográficas y climáticas, infinidad de tipos de terrenos y escenarios naturales extraordinarios, ideales para actividades al aire libre, Nuevo León y México siguen siendo el lugar perfecto para la expansión de la empresa.
gélidos principios
Los orígenes de Polaris se remontan a hace 70 años, en Roseau, Minnesota. Inicialmente la idea que tenían los fundadores, los hermanos Edgar y Allan Hetten, junto a David Johnson, era diseñar un vehículo que lo mismo pudieran utilizarse para la diversión que para trabajar en la nieve.
Fue así que dos años después, estos intrépidos estadounidenses crearon su primer vehículo de nieve, y poco a poco entraron al diseño de otras unidades para distintos terrenos, volviéndose expertos en los off-road.
Su expertise los llevó a crear la marca Polaris y a concentrarse en un sinfín de unidades tipo on-road, off-road, marinas, de nieve y hasta de defensa.
En México comercializan no sólo los famosos RZRs todoterreno, sino motos y vehículos utilitarios.
En Estados Unidos y otros países con clima invernal, también venden unidades para nieve, así como barcos de cubierta, pontones y cruceros.
Hoy Polaris es una empresa diversificada, con una estrategia de globalización que le ha permitido expandirse no sólo por todo el mundo con su red de distribuidores, sino establecer plantas en la India y China, además de las que opera en Estados Unidos y México.
“Este país es ya el mercado más importante y más grande del mundo fuera de Estados Unidos para los ‘todoterreno’. Hoy para nosotros el mercado mexicano es el número uno en ventas de RZRs, número uno en ventas de ATV y estamos cerca de ser también número uno en ventas de Ranger”, asegura Fausto López, vicepresidente y gerente general de Polaris Inc. para Latinoamérica.
De Apodaca para el mundo
La historia de Polaris en el país comienza en 2011, cuando la empresa decide instalar una planta de ensamble en Apodaca, el municipio con más industria de Nuevo León.
La estrategia fue parte de una realineación de sus operaciones y procesos productivos, la cual fue anunciada el 21 de mayo de 2010. En ese entonces, los altos directivos debatían entre Nuevo León y Coahuila, pero finalmente se inclinaron por la capital regia.
Durante aquel año, Scott Wine, quien era el presidente y director general de Polaris Industries, decía que:
“La creación de este centro de manufactura consolida a nuestra compañía en el largo plazo, en la búsqueda de oportunidades en nuevos mercados fuera de Estados Unidos, y en la continua evaluación de la estructura de costos para mejorar nuestra competitividad, componentes claves de nuestra estrategia de crecimiento…”.
Se trataba de una planta pequeña. Sin embargo, poco a poco fueron creciendo hasta que en 2013, la operación que ya tenían, requería de un ejecutivo que la consolidara en la región. Fue así como Fausto López llegó a la empresa, con el objetivo de apuntalar el nombre de Polaris en la región, incluyendo Centro, Sudamérica y el Caribe.
“Han sido más de 10 años trabajando con buenos productos, con el respaldo del talento de grandes ingenieros y con un equipo de distribuidores que han sido y son una red de empresarios muy comprometidos que quieren a la marca, conocen sus productos y buscan ampliar la comunidad del off-road”, expresa el ejecutivo en entrevista.
Polaris tiene presencia en toda la República Mexicana, con más de 35 distribuidores, pero Monterrey es su gran su centro de operaciones: “es donde tenemos al distribuidor más grande del país, y donde se venden a nivel per cápita el mayor número de unidades en el mundo y esto se debe también a las particularidades que tenemos en esta zona y a que a la gente le gusta el off-road”.
Desde Monterrey se atiende toda la región Noreste del país. Pero no sólo eso, desde Apodaca se exporta al mundo la mayoría de lo que se produce en la planta.
“La mayor parte de la demanda es recreacional. Sin embargo, en los últimos tiempos también han cobrado relevancia los vehículos utilitarios, y lo que podemos decir es que cada vez hay más personas interesadas en nuestros productos”, asegura el ejecutivo.
Además, es en esta ciudad donde la empresa tiene la planta encargada de surtir a gran parte del mundo.
“Tenemos más de 200,000 metros cuadrados de planta de ensamble funcionando en Apodaca, y estamos trabajando para acondicionar otros 100,000 más”, anticipa.
“Hoy fabricamos tren motriz, clutches, tenemos inyección de plásticos, y muchas cosas más; armamos cerca de 140,000 unidades y casi 300,000 motores, y contamos con tres centros de excelencia; hoy todas las RZR que se venden en el mundo salen de Apodaca”, explica.
Sin dar números, López comparte que el objetivo de la empresa es seguir creciendo en sus ventas.
En un principio, cuando recién arrancaron operaciones, dice, se vendían en promedio 1,400 unidades. Sin embargo, en los últimos años la constante ha sido entre 5,000 y 5,500 unidades.
El directivo agrega que a pesar de que es difícil para ellos pronosticar, tienen una perspectiva optimista y positiva.
El portal Market Screener detalla que el año pasado las ventas totales de la empresa fueron por $8,934 millones de dólares, donde las de su división off-road a nivel mundial representaron el 78.2%, es decir, unos $6,984 millones de dólares. Mientras, el 13.3% correspondió a sus unidades on-road (motos) con $1,185 millones de dólares, y el 8.6% fueron marinos, por $765 millones de dólares.
Para todo el presente año, el consenso de 18 analistas financieros consultados, prevén que la firma alcanzará ventas por $8,385 millones de dólares.
No sólo movilidad: libertad
Luego de la pandemia del COVID-19 la imagen que muchos tenían de los deportes o del entretenimiento con vehículos off-road cambió.
Los RZRs están diseñados para la conducción en zonas todoterreno, permitiendo al usuario maniobras y travesías de alta complejidad, como senderos ásperos o resbaladizos, pero que también denotan libertad.
“A raíz del confinamiento y todas las restricciones que hubo a la movilidad por la pandemia, muchas personas reevaluaron su vida y la forma que tenían para convivir, y se dieron cuenta del potencial del off-road, aprovechando estos momentos para empezar a crear sus propias aventuras”, expresa López.
Fue así como Polaris y otros competidores se convirtieron en un aliado de esas ‘encendidas’ aspiraciones, pues con sus unidades, los usuarios tuvieron la opción de no quedarse encerrados, y estar en movimiento, con actividades al aire libre que no eran masivas.
Esa búsqueda de actividades que les permitirían evitar la reclusión, cambió la forma en que muchos empezaron a apreciar al mundo automotriz, interesándose en vehículos más funcionales que les brindaran no sólo movilidad, sino entretenimiento al aire libre y libertad.
“Se impulsaron las compras de unidades con capacidades ‘todoterreno’, no sólo para adultos, sino también para niños. Así, en abril y en las festividades de diciembre, las series más populares comenzaron a ser las enfocadas a jóvenes y niños”, amplía el ejecutivo de la armadora.
Y es que al ser una actividad que gusta a los papás, “los niños empiezan a compartirla creándose una gran comunidad, convirtiéndose cada vez más en un deporte en familia”, expresa.
Utilitarios, una cara poco conocida
Sin embargo, no todo es diversión y entretenimiento. Aunque no por todos es conocido, Polaris también es una empresa que ha crecido con éxito en el rubro de los vehículos utilitarios, pues tiene una importante línea, que es la serie Ranger.
“Se trata de vehículos utilitarios, de trabajo que son de gran ayuda en ranchos, granjas, en el campo, para la ganadería y que existen en diferentes tamaños; hay unos que tienen gran capacidad como las pickups 4x4. Es un segmento que crece más y más”, agrega Fausto López.
Están diseñados para operar en segmentos que requieren largos ciclos de trabajo y uso difícil. Son unidades a diésel o gasolina con cargas de 2,075 libras y capacidad de remolque de 2,500 libras, y diseñadas para una variedad de suelos y carreteras.
“Cada día hay más interesados en estas unidades, la meta es seguir escalando y creciendo, y sólo lo lograremos en conjunto con el equipo de ingenieros que representan un gran talento e innovación para la compañía”, destaca López.
La fórmula del crecimiento está no sólo en los productos que venden, dice, sino en la gente que trabaja tanto en planta como en la distribución.
Por eso, asegura, el nearshoring y la entrada de nuevas empresas al estado los fortalecerá. “Tenemos pilares estratégicos que tienen que ver con talento y cultura, y van a ser dos elementos que nos diferenciarán de la competencia.
“El reto para nosotros será bueno, pues esos elementos ya los tenemos, sólo seguiremos trabajando como hasta ahora, con los mejores productos, ingenieros y distribuidores; espacio hay solo hay que mantenernos y fortalecer la marca como hasta ahora”, plantea López.