Estados Unidos.- En su carta anual a los accionistas, Warren Buffett celebró los éxitos de las empresas de Berkshire Hathaway el año pasado y en los 60 años desde que se hizo cargo de una empresa textil en apuros de Nueva Inglaterra y comenzó a convertirla en un conglomerado masivo, al tiempo que ofreció algunos consejos al presidente estadounidense Donald Trump.
El magnate reconoció que ha cometido errores a lo largo de los años, sin ofrecer muchos ejemplos específicos, pero aseguró a los accionistas que el hombre a quien ha elegido para sucederlo algún día en la dirección general, Greg Abel, no es uno de esos errores.
Escribió que Abel estará listo para actuar siempre que detecte oportunidades significativas de inversión, y que continuará escribiendo un informe anual como el de Buffett para darle información actualizada a los accionistas.
Las cartas de Buffett siempre son populares entre los inversores debido a las observaciones que él ofrece y su trayectoria sobresaliente.
Buffett apenas reflexionó en la carta sobre el largo tiempo en que ha sido director general, a diferencia de hace 10 años, cuando él y su socio inversor de muchos años, Charlie Munger —quien murió en 2023— expedían reflexiones separadas sobre la compañía tras 50 años de su liderazgo.
Pero Berkshire ofrecerá un libro especial por su 60 aniversario en la reunión anual, el cual tendrá historias y lecciones a partir de la historia de la empresa.
Mencionó el hecho de que Berkshire no pagaba nada de impuesto sobre la renta en la década previa a que él asumiera el control en 1965, diciendo que ello era un indicio seguro de que la inversión había sido un error.
Sin embargo, con el tiempo, la cantidad que Berkshire paga al Servicio Interno de Impuestos (IRS, por sus siglas en inglés) ha crecido junto con el conglomerado, hasta alcanzar los $26,800 millones de dólares el año pasado, “mucho más en impuesto sobre la renta corporativa de lo que el gobierno de Estados Unidos”, aseguró.