Muchas veces nos hemos topado con el Distintivo ESR (Empresa Socialmente Responsable), sin saber a ciencia cierta a que se refiere. Sin embargo, estas tres letras ya se han convertido en el “deber ser” para muchas empresas mexicanas.
El distintivo se ha consolidado en el entorno corporativo mexicano como un símbolo de confianza, integridad y responsabilidad.
Para muchas organizaciones, las siglas son sinónimo de compromiso con sus grupos de interés, con el medio ambiente y con el desarrollo sostenible.
El reconocimiento, que puede ser obtenido por pequeñas, medianas o grandes empresas, refleja la integración de prácticas responsables en su operación cotidiana.
La institución detrás de esta iniciativa es el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), que hace 25 años impulsó el nacimiento del Distintivo ESR con la participación inicial de 17 compañías. Hoy, el reconocimiento evalúa de forma anual a firmas que desean mejorar su desempeño social y ambiental.
“Para ser responsables, hay que estar del lado del cuidado del medio ambiente”, afirma Jorge Aguilar Valenzuela, presidente del Cemefi. Esta dimensión incluye el uso eficiente del agua y la energía, el diseño de empaques biodegradables y una gestión consciente del impacto ambiental en todos los procesos de la empresa.
Dichos elementos están alineados con la visión de sustentabilidad que crece como prioridad estratégica en muchas organizaciones.
Clientes, inversionistas y accionistas exigen cada vez más una actuación empresarial coherente con los desafíos sociales y ambientales actuales.
Pero la responsabilidad social va más allá del cuidado ambiental. Aguilar Valenzuela sostiene que también “le da valor al negocio”.
Asegura que el prestigio y el crecimiento empresarial aumentan conforme las compañías cumplen con estándares más altos de ética, desempeño y respeto a los derechos laborales.
Otro eje fundamental de la responsabilidad social corporativa tiene que ver con las relaciones laborales. “Se trata de garantizar condiciones dignas de trabajo, salarios justos y calidad de vida para los colaboradores”, dice el directivo.
También está la gobernanza, que implica fortalecer el gobierno corporativo, prevenir la corrupción y asegurar una conducta empresarial alineada con las mejores prácticas del mercado y los marcos regulatorios.
El Cemefi, recientemente incorporado al Comité de Conducta Empresarial Responsable de la OCDE, asume un papel activo y fundamental en la promoción de un modelo empresarial que combine propósito social y valor económico.
Para obtener el Distintivo ESR, las empresas deben atravesar un proceso riguroso de análisis. Si bien no es una certificación formal, sus exigencias y metodología lo convierten en un referente de alto valor.
“Aplicamos un proceso minucioso. A partir de los resultados, le informamos a cada empresa cuál es su nivel de avance y en qué áreas debe trabajar para continuar su evolución en responsabilidad social”, explica Aguilar Valenzuela.
El análisis contempla 87 indicadores agrupados en nueve grandes temas: medio ambiente, consumidores, derechos humanos, derechos laborales, desarrollo de la cadena de valor, gestión de la RSE, gobernanza, prácticas justas y participación comunitaria.
Actualmente, en México existen 2,322 empresas reconocidas como socialmente responsables. De ellas, 110 se ubican en el estado de Nuevo León, que está sólo por debajo de la Ciudad de México, la cual lidera la lista con 401 organizaciones.
Compañías con el distintivo ESR en Nuevo León
- Citrofrut
- Cemex
- Zinc Nacional
- Nemak México
- FEMSA Servicios
- Cadena comercial Oxxo
- Banco Regional SA (institución de banca múltiple)
- Xignux corporativo
- Arca Continental
- Deacero
- Arzyz
- Viakable
Ranking de estados con más firmas que tienen el distintivo ESR
CDMX: 401
Nuevo León: 110
Edomex: 83
Jalisco: 80
Sonora: 39