La Alegría de Vivir

Escrito en OPINIÓN el

Las caras de la neurosis

Este domingo, de manera quizás inesperada, mientras la mayoría de los críticos sintonizaba la entrega de los Oscars 2022, calificándola como insípida y sin algo espectacular, de pronto una escena violenta fuera del guión se llevó la nota y sigue siendo hasta hoy el tema de conversación entre la penosa escena entre Will Smith y Chris Rock, lo cual nos ha hecho reflexionar en un tema de suma actualidad que muchas veces pasa inadvertida y que aborda la salud mental y emocional de las personas.

Evidentemente en este espacio no vamos a hacer comentarios propiamente respecto del intercambio de violencias entre los personajes más famosos del pasado evento de la Academia porque ya se han escrito infinidad de notas, opiniones e interpretaciones, sino que solo suscribiremos las tesis de quienes sostienen que ningún tipo de agresión es justificable bajo ninguna circunstancia y que tan mal el uno como el otro, como decían en tiempos de mi infancia, sin saber quien comenzó.

Lo que nos hace pensar con mayor profundidad es conocer todo tipo de reacciones que se dieron en torno al bochornoso episodio, que tiene como tema de conversación central el de la violencia entre los seres humanos, mientras en Europa sigue siendo una calamidad el enfrentamiento de Rusia a Ucrania.

A veces solemos pensar que la guerra está tan lejos que no nos afecta y que historias como las del domingo transmitida en televisión en vivo a todo el mundo, son temas para comentar sin voltear a ver el entorno en el que vivimos.

Sin entrar tampoco en el complejo tema de violencia de género o de violencia hacia las minorías, que es digno de otro nivel de análisis, nos quedamos con lo que simbolizó esta desafortunada escena Smith-Rock y que tiene que ver con las caras ocultas detrás de la neurosis, sin importar el motivo que la haya provocado.

Según especialistas, las siete caras de la neurosis son la ira, la ansiedad, la conmiseración, el temor, la preocupación, los celos y los resentimientos, detrás de lo que están profundas heridas emocionales que provocan desde episodios aislados de explosión (o implosión en su caso) hasta llegar a provocar algún indicio de trastorno mental.

El mundo tan agitado en el que vivimos, la tensión permanente que las personas se autoimponen en un ambiente competitivo y consumista, las carencias emocionales, las adicciones, la codependencia y otros factores de riesgo contribuyen a que, sin darnos cuenta vivamos en una sociedad acelerada y llena de neurosis donde una irritabilidad puede desencadenar en una bofetada en la esquina de cualquier barrio o trasmitida a nivel internacional por televisión.

En mis grupos terapéuticos suelo decirles a los pacientes de adicciones en recuperación una frase muy a propósito del tema: del tamaño de tus gritos es el tamaño de tus miedos.

Muchas veces minimizamos esta realidad llamándola “mal humor”, “estrés” o “pésimo genio”, cuando en realidad estamos ante un hecho que muchas veces debe ser tratado terapéuticamente porque es el inicio de la violencia intrafamiliar y social que muchas personas padecen.

Cómo dato a propósito, algunos estudios señalan por ejemplo que, durante la pandemia se incrementaron todo tipo de violencias con sus respectivas consecuencias.

Más allá del tema tan comentado de los Oscars analicemos cómo andan nuestros nervios, nuestra inteligencia emocional y alguna de las máscaras que cada uno tenemos de neurosis.

Diría el maestro John Lennon, demos una oportunidad a la paz.