De acuerdo con el informe “Redes sociales: estado actual y tendencias 2023”, publicado por el OBS Business School, en el mundo hay aproximadamente 5 mil 160 millones de personas con conexión a internet y de ellas, 4 mil 760 millones usan las redes sociales.
Por lo que hace a México, en el año 2022 se identificaron 17,8 millones de publicaciones y 6,5 billones de interacciones, ubicándose junto con Brasil y Argentina como los primeros lugares de porcentajes de usuarios de redes sociales sobre el total de población en Latinoamérica.
El informe también señala que el 37.8 por ciento de las interacciones en nuestro país se realiza vía Instagram, el 36.7 por ciento por Facebook, el 13.60 por ciento a través de TikTok, mientras que el restante 6.8 por ciento y 5.1 por ciento por Twitter (ahora denominado X) y YouTube, respectivamente.
Por su parte, de conformidad con el Comunicado de prensa 367/23 del Inegi, emitido en conjunto con el Instituto Federal de Telecomunicaciones, para 2022 el tiempo promedio de uso de internet al día, por persona, fue de 4.5 horas.
Esta situación representa un aspecto vital a considerar, pues el pasado 31 de marzo iniciaron las campañas electorales para elegir a los representantes de los 51 municipios, así como a las diputaciones locales que integrarán el H. Congreso del Estado.
De ahí que sea innegable que las redes sociales vayan a desempeñar un papel fundamental para que los partidos políticos puedan hacer llegar a la ciudadanía sus propuestas y candidaturas.
En particular, considero que deberán enfocarse al combate de las denominadas: fake news, es decir, aquella información falsa que se circula por medio de estas redes y que busca desacreditar a algún partido político o candidatura.
De acuerdo con IDEA Internacional, una organización intergubernamental que tiene por objetivo fundamental promover e impulsar la democracia en el mundo, algunos actores políticos han aprovechado el alcance y la ubicuidad de las plataformas para difundir desinformación y/o desinformar al votante, suprimir la participación política y socavar a los partidos de oposición.
Las herramientas y estrategias utilizadas para dichos fines se han multiplicado y hoy existen diversas modalidades, como el uso de cuentas automatizadas, cuentas hackeadas y cuentas que suplantan la identidad de otras.
Ciertamente, la adecuación de las estrategias de difusión de los partidos políticos a estas nuevas tecnologías, deber ir de la mano de una adecuada vigilancia, que, de ser necesario, deberá incluir la modificación del marco normativo vigente, en aras de prevenir conductas que atenten contra nuestra democracia.