¡Te la bañaste, Alberto!

El Albertazo prácticamente calmó las aguas del estresante tema hídrico que ya lo traíamos bien atravesado.

Escrito en OPINIÓN el

Regiándola

Como buen héroe de película, Alberto nos salvó de las garras de dos monstruos.

En una acción ahogó prácticamente a la crisis del agua, la arrastró con su furia hasta aniquilarla con un baño de apenas dos días fuertes. Y en otra, hizo que nos olvidáramos un ratito de la malvada política (eso estuvo fabuloso).

Vamos al primero. El Albertazo prácticamente calmó las aguas del estresante tema hídrico que ya lo traíamos bien atravesado.

Aunque algunos todavía piden cautela y aseguran que no hemos salido de la sequía, la realidad es que las presas volvieron a niveles de hace algunos ayeres. Digamos que estamos como en el 2017 cuando nadie hablaba de un desabasto del líquido.

Los temas en el ambiente eran otros, algunos triviales, como el estreno de "Despacito", de Luis Fonsi, un “one hit wonder” que rompió los récords en YouTube.

Y también empezaba a sonar la canción del enamoradizo Christian Nodal, llamado ‘Adiós, Amor’, tema que lo catapultó y le dio luego hasta para que se incrustara diamantes en los dientes con un “minicosto” de 800 mil dólares.

En Nuevo León el asunto que retumbaba tristemente ese año era la tragedia en el Colegio Americano, ubicado en Del Paseo Residencial.

Se han de acordar que un alumno de 16 años de edad disparó a diestra y siniestra en el plantel. El saldo: dos muertos y tres heridos.

El acontecimiento, muy al estilo de Estados Unidos, ocupó la atención por semanas de los medios de comunicación, las organizaciones y los gobiernos.

Fue muy lamentable, aunque por fortuna no se volvió a repetir un caso similar, ya que existía el pendiente de que se imitara entre los chavos.

La otra aportación social con la que Alberto contribuyó al Estado desde el miércoles pasado, fue ponerle pausa a la improductiva grilla que vivimos en Nuevo León.

Nos hizo olvidarnos de las piñas de los candidatos, las falsas promesas, las impugnaciones y la guerra hambrienta por el poder.

Muchos regios saben que los aspirantes se muestran bien buena onda en campaña ante el electorado, muy sensibles y ponen carita del Gato con Botas de Shrek para pedir el sufragio.

Y luego, ya con el voto en la bolsa, hacen por sus intereses y pelean más por la línea de sus partidos que por las necesidades de la gente, como lo hemos ya visto con la pugna con gobierno y la oposición encabezada por el PRI y PAN.

La mejor muestra son los diputados de esta Legislatura, que no sesionaron desde enero pasado, o séase que estuvieron rascándose las rodillas más de cinco meses.

Lo que no sé es por qué algunos les gritan “¡huleeeros, huleeeros!”, eso qué, caray… qué tiene que ver el hule.

Pero bueno, por lo pronto agradecemos a nuestra gran tormenta salvadora.

Gracias por tanto beneficio, mi Albert. Ya eres compa de los regios. Te luciste. Dicho en buen plan: '¡te la bañaste!’.