'Bonita', pero peligrosa

Escrito en OPINIÓN el

Regiándola

“El maquillaje suficiente no fue para taparle la huella que dejó el sexto invierno”...

Esta línea del clásico tema “Pajarillo” queda como traje a la medida para lo que hizo el Municipio de Monterrey con la avenida Chapultepec.

Aunque la gente del alcalde Luis Donaldo Colosio le dio una maquilladita a la arteria construyendo un camelloncito elegante, la realidad es que esta obra no fue suficiente para tapar lo peligrosa que es la arteria.

Tal vez le dijeron al jefe municipal que la avenida está muy gacha.

Y el funcionario mandó poner una banquetita bien nice en un tramo y en medio de los carriles, aprovechando que andaba de buenas haciendo por todos lados los llamados corredores verdes de Monterrey.

Pues muy padre quedó el área, hasta unas rayas blancas peatonales le pintaron al pavimento. Súper de lujo. Nomás le faltaron los Beatles caminando.

Sin embargo, parece que la gente no se refería lo gacha por la falta de estética, sino por lo caótica y peligrosa.

Esta anécdota podrá ser mera ficción, probablmente, pero como dice la serie de Paco Stanley: “está inspirada en hechos reales”.

Realmente la calle tiene necesidades urgentes de protección al peatón que el “Team Colosio” no detectó (o no quiso detectar) y que son: un puente peatonal y más semáforos.

No se necesita haber trabajado en la NASA ni ser premio Nobel para saber lo infernal en que se ha convertido esta vía regia.

Es cuestión de echarse una vueltecita por la zona para ver que los peatones a diario juegan a que están en una pamplonada, toreando carros por milímetros para cruzar la calle.

La avenida es ya una bomba de tiempo a ritmo de tic tac.

Realmente el camellón de Colosio no era -por mucho- el remedio indicado.

Es algo así como si acudes al IMSS para que te operen del corazón y te empastan una muela.

Dicen que la clave para que un gobernante sea realmente efectivo es atender las necesidades de la gente. De otro modo es un total fracaso.

En el tramo de Revolución a José María Arteaga (al oriente, en los límites con Guadalupe) sólo hay algunos semáforos para que los carros salgan de la colonia y se integren a Chapultepec, y para que los peatones puedan cruzar.

Y adivinen frente a qué establecimientos están esos aparatos. Es correcto, atinaron: afuera de las tiendas de autoservicio Walmart y HEB.

Ya usted sabrá cómo ha de haber estado el agradecimiento de esos monstruos comerciales para que les acomoden los semáforos en la zona y sus clientes no tengan problemas en llegar a sus establecimientos.

No estamos diciendo que esta administración se aventó esos enjuagues, por supuesto, eso está más claro que el agua mineral.

Pero es un hecho que desde entonces ningún alcalde se ha preocupado por cuidar la vida de sus ciudadanos de la zona.

Con la mano en el corazón y la mirada en el cielo, esperamos que esos corredores verdes no se conviertan ahora en corredores rojos… de sangre.

Tocamos madera.