Regiándola
La presa Cerro Prieto ya está con un grave problema de retención de líquidos.
El embalse requiere de una intervención urgente y todo indica que hoy los flamantes doctores de Agua y Drenaje y la Conagua le aplicarán una cirugía.
Lamentablemente, la solución no será enviar su valiosa agua al consumo de los regios, como debería ser, sino abrirle la compuerta para tirarla sin escrúpulos al mar.
Tendrán que desperdiciar toda esa valiosa e invaluable joya llamada líquido que nos podrá hacer falta en las casas… y que la necesitamos en forma dramática en tiempos de crisis de todavía hace un mes.
Podemos asegurar que tal remedio será como aplicar sólo una aspirina… y todo, porque los mismos médicos no supieron aliviarla antes: no pudieron arreglar una falla en el sistema de bombeo que hubiera enviado el agua a la zona metropolitana regia.
Como ya sabemos, la presa Libertad se inundó e impactó en Cerro Prieto, a donde llegó el agua en forma violenta y le dañó las bombas.
El 30 de junio, Agua y Drenaje prometió muy salsa arreglar la bronca en siete días (ajá).
Luego, el 8 de julio, dijo: “aguántenme el corte, nos tardaremos otros 10 días” (bu que la, ahí ya dio señales de chafear).
El tiempo pasó, la presa se llenó y nuestras poderosas autoridades no pudieron reparar las bombas. Esa es la innegable realidad.
Entonces la bomba fue otra: la que les está explotando en las manos, y que es el riesgo de que se desborde la presa y represente un grave peligro para la gente de los poblados cercanos.
De ahí que hoy a las 12:00 horas se tendrá que abrir la compuerta para tirar el agua rumbo al Golfo de México.
(Hoy, hoy hoy… como diría un ex presidente que, hoy nos enteramos de sus propias palabras, es mega fan de la mariguana).
Con esta escasez de resultados, el director de Agua y Drenaje, Juan Ignacio Barragán, se gana a pulso el mote del enemigo público número 1 de la entidad.
Su buena fama se hace agua. No hay otro funcionario estatal de primer nivel más despreciado por el respetable que el mismo Nacho.
Vaya, hasta el emecista y aliado del gobierno estatal, Javier Nava, alcalde de Santa Catarina, le tupió bien y bonito la vez pasada.
A nadie se le va a olvidar la impopular idea del titular de AyD de querer cobrarle a los usuarios de AyD “La Cuota Nacha” de 2 por ciento para arreglar las cuencas hidrológicas.
¡Mira qué cobrón nos salió!
Aunque desde el Palacio de Gobierno se hable de hacer bien la chamba, tal como lo canta casi a diario el góber, la verdad es que con colaboradores como Barragán las cosas nomás no le van a lucir al Estado.
¡No me ayudes, compadre!
Podrá Nacho tener un titipuchal de estudios de licenciatura, arquitectura, de postgrados en Francia, seminarios, y tantos cargos de experiencia, como lo dice su currículum en el portal de Gobierno.
Sin embargo, no sabe arrelgar una bomba.
La bomba es él.