¿Cómo se resuelve la congestión vial?

Tener derecho al libre tránsito es una cosa. Congestionar es todo lo contrario al libre tránsito.

Escrito en OPINIÓN el

No me atrevería a decir que yo tengo la mejor idea para resolver la congestión vial en la Zona Metropolitana de Monterrey, aunque sea experto en la materia o haya estudiado en Francia ¡o en Saturno!, y tenga 35 años de experiencia en el tema.

Pero una cosa tengo muy clara: hacer lo mismo y esperar resultados diferentes no funciona.

También tengo claro que, como decía mi maestro de Economía del Transporte, "si hay congestión es que alguien está vendiendo algo barato".

¿Quién está vendiendo barato o qué es lo que se está vendiendo barato? La respuesta es desde polémica hasta sospechosa, por lo que la dejo a tu conciencia.

No pretendo convencer a quien no quiere ser convencido. Pero estimado lector, si ya llegaste hasta aquí, mereces toda mi admiración porque nada ni nadie nos da derecho a congestionar y menos que entre todos perdamos nuestro tiempo y generemos enormes costos sociales.

Tener derecho al libre tránsito es una cosa. Congestionar es todo lo contrario al libre tránsito.

Te dejo ideas sencillas de bajo presupuesto pero de carácter en la gerencia para empezar a darle valor al ESPACIO PÚBLICO y después platicamos de grandes proyectos viales.

1. Carriles reversibles en horas pico: Monterrey los utiliza desde hace seis años. Esto permite aprovechar al máximo la capacidad de las vías y agilizar el flujo de vehículos en los momentos de mayor congestión.

2. Calles exclusivas para movilidad sostenible: las vialidades no tienen todas que ser para todo tipo de vehículos.

3. Cobrar el estacionamiento en la vía pública. Almacenar bienes privados gratuitamente en espacio público no tiene sentido, si el mercado está dispuesto a pagar  en lotes privados altas tarifas. ¿Por que el espacio público no debería tener valor y el privado sí?

4. Innovar en el cobro por congestión: la ley permite tarifar la circulación en calles en horas de mayor circulación -no te dice que sea un cobro por caseta ni por numero de placa-, incentivando a los conductores a tomar alternativas. Los ingresos generados pueden destinarse a mejorar el transporte público y las infraestructuras viales existentes.

5. Escalonar por zona  los horarios de entrada y salidas de escuela y oficinas.

6. Usar la tecnología para coordinar que colegas y compañeros con autos lo compartan y se aprovechen por más personas los vehículos  y amarrar eso a la propuesta de cobro por congestión.

7. Meterle incentivos fiscales a la proximidad urbana o sea al vivir cerca de escuela o trabajo sea física o digitalmente tiene que ser fomentado 

8. Incentivar una planeación urbana de proximidad, pero aplicada a los permisos de construcción no sólo a la teoría de documentos.

9. Tener aceras amplias y conectadas, ya que caminar tiene sentido.

Éstas son algunas ideas para promover un cambio de mentalidad y reducir la congestión. Estoy seguro que alcaldes con experiencia y carácter podrán encontrar interesantes algunas de estas acciones porque está claro que se requiere un enfoque integral que vaya más allá de la construcción de nuevas vías y de acotar todo a la mágica teoría del transporte colectivo.

El autor es ingeniero civil, urbanista, analista urbano, experto en movilidad y gestión del desarrollo sustentable, y miembro de la Academia Nacional de Arquitectura

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