Riesgo latente
En la madrugada del 7 de julio de 2010 las autoridades de Nuevo León ordenaron el desalojo de 18 mil personas de la cabecera municipal de Anáhuac, pues la presa Venustiano Carranza, ubicada en Juárez, Coahuila, abriría sus 26 compuertas para desfogar su exceso de agua.
El saldo de la abrupta medida fue que el río Salado inundara unas 8 mil viviendas, ahogando a miles de cabezas de ganado, afectando sembradíos, maquinaria, vehículos, muebles, aparatos electrodomésticos y hasta ropa de miles de familias.
Dicen Los Infiltrados que, 14 años después, la situación es similar, pues las presas están a tope y ni Luis Carlos Alatorre Cejudo, delegado de Conagua, ni Juan Ignacio Barragán, director de Agua y Drenaje, se han pronunciado por un desfogue de Cerro Prieto, que ya está a más del 100 por ciento de su capacidad operativa.
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Fuerza alemana
La empresa Siemens, de origen alemán, estará mañana martes de festejo, pues abrirá una nueva planta en Nuevo León, concretamente en el Libramiento Arco Vial Kilómetro 4.2, en Santa Catarina, donde ya cuenta con instalaciones.
Dicen Los Infiltrados que a la inauguración están invitados el gobernador Samuel García y el secretario de Economía, Iván Rivas, así como Alejandro Preinfalk, CEO de la compañía que nació dedicada a la generación de energía y ya tiene 127 años de presencia en México.
La cita es a las 10:00 horas y se espera que Siemens de a conocer los planes que tiene sobre innovación y desarrollo tecnológico en los próximos años, y cómo aprovechará el fenómeno de nearshoring o reubicación que está viviendo Nuevo León.
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Cierre intenso
Dicen Los Infiltrados que los diputados locales están viviendo un intenso cierre de mes con los informes de actividades que están realizando en diferentes colonias.
La intención de los legisladores es concluir todos sus pendientes antes de pasado mañana, miércoles 14, pues es cuando inicia el periodo extraordinario y las bancadas del PRI y PAN buscarán empujar el proceso de selección del Fiscal de Justicia.
Además, el día último del mes la legislatura deberá clausurar sus actividades y tomarle protesta a los nuevos diputados, quienes tendrán tres años para avanzar en los cientos de pendientes sin resolver… o continuar acumulándolos.