Cemex, salpicado por Tigres

Casos como el láser de Nahuel Guzmán y la estruendosa salida de Siboldi como Director Técnico han tenido eco en la reputación de la cementera.

Escrito en OPINIÓN el

Tigres se está llevando al baile a Cemex.

Con sus últimos escándalos, el equipo ha ocasionado que el nombre de la cementera aparezca cada vez más en el centro de la crítica.

Casos como el vergonzoso láser de Nahuel Guzmán y la estruendosa salida de Robert Dante Siboldi como DT del equipo, han provocado de rebote muchos disparos a la buena reputación de la cementera.

Ya en los programas deportivos a nivel nacional y en la misma narrativa de la gente futbolera, dígase afición felina o no, cada vez suena más el nombre de la firma.

Los dardos envenenados, como decía el Perro Bermúdez, ya van duro y directo contra la que ha sido la gran salvadora del club.

Ya no sólo aparece Tigres en los cuestionamientos, sino Cemex; la compañía es parte ahora del juego, ya está en la cancha.

Indudablemente que eso no abona a las políticas de imagen de la firma ni es congruente con las bien intencionadas palabras de Lorenzo Zambrano (QEPD).

“El éxito se basa en comprometerse con la excelencia”, diría alguna vez inspirado en el hacer bien de las cosas.

¿Y Cemex qué culpa tiene?

La empresa, socialmente responsable, de orgullo regio, con plantas en Europa y con alrededor de 350 mil empleados, ha hecho todo lo posible por mantenerse al margen de los temas del club.

Su postura institucional ha sido sensata y para muchos es injusto que se le involucre por acciones que son meramente responsabilidad del club.

Sin embargo, Tigres ya la arrastró al lodo.

Por eso hay voces que le piden poner orden y reordene la filosofía de valores del club.

El caso es que lo aparatoso y rústico del “Nahuelazo” y el “Siboldiazo” no han sido ningún moño para el frac de Cemex.