La docena de una ciudad razonable

Aquí te dejo 12 paquetes temáticos como un mínimo para aspirar, en mi opinión, a tener "ciudades razonables"

Escrito en OPINIÓN el

En los próximos 20 años el 80 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades y, como diría Rubén Pesci, mi maestro y urbanista argentino, "la sustentabilidad del planeta dependerá de lo que hagamos y dejemos de hacer en las ciudades".

Más allá de que la felicidad y la realidad son asuntos personales, colectivamente si contaminamos o no, si generamos empleos o no y hasta si podemos crear las condiciones para convivir en armonía o no, en gran parte será el resultado de nuestra experiencia en las ciudades. Aquí te dejo 12 paquetes temáticos como un mínimo para aspirar, en mi opinión, a tener "ciudades razonables".

1. Tecnología para la seguridad y gestión del tráfico.

Se debe aprovechar la Inteligencia Artificial (IA), la información en los celulares y las nuevas tecnologías para mejorar la seguridad pública y la gestión del tráfico. Hay que implementar sistemas inteligentes de semáforos que se adapten al flujo vehicular mediante uso de la información de Google y en otras plataformas que permitan a los ciudadanos ayudar a la autoridad y compartir o rentar opciones de movilidad, así como reportar, proponer y fotografiar incidencias en tiempo real. Esto podría ser un gran paso hacia una movilidad más fluida y segura.

2. Escuchar, comunicar y transparentar.

La confianza en las autoridades es en uno de los puntos más sensibles de todo gobierno y se puede construir escuchando sin defenderse o sin querer tener la razón y transparentando al mismo tiempo la información. La gente no cree ya en discursos vacíos ni en fotografías o videos prometedores, y se debe establecer por ello una comunicación de ida y vuelta, no sólo de ida. Trabajar todos la salud mental será un reto en este proceso para no tomarse nada personal.

3. Colaboración ciudadana real.

La participación ciudadana debe avanzar para ser una colaboración cotidiana, es decir, debe resolver algún problema concreto, aunque no sea estratégico, pero lo que no debe ser es una pérdida de tiempo o una sesión psiquiátrica. Delegar tareas concretas con asesoría en juntas de vecinos para la remodelación de parques, banquetas y hasta para realizar pequeñas obras pendientes u organizar eventos comunitarios, permitirá a los ciudadanos estar ocupados y "dejar de grillar" para sentirse activos en la mejora de su entorno inmediato, y aportar recursos adicionales para enfrentar los problemas que son de todos, no del gobernante.

4. Control del espacio público.

Racionalizar el uso de calles y espacios públicos es esencial para tratar de descongestionar y recuperar espacios para la convivencia. Esto incluye establecer normas que eviten, por ejemplo, el estacionamiento gratuito irracional de la vía pública y fomentar la innovación del espacio privado y otras medidas que mencioné en mi artículo pasado sobre la congestión.

5. Conexión y arborización de aceras.

Las aceras son la célula del espacio público. Para promover la micro movilidad y la convivencia, Monterrey debe conectar y ampliar sus aceras, además de arborizarlas. Este enfoque no solo mejorará la imagen urbana, sino que también fomentará su uso al ser seguras y parcialmente sombreadas, creando idealmente micro parques lineales.

6. Incentivos fiscales para la proximidad urbana.

Fomentar la cercanía en la vida urbana va más allá de planes de desarrollo urbano y debe incluir los incentivos fiscales como estrategia. Vivir y trabajar en la misma zona debe ser premiado tanto para la fuente de empleo como al contratado, conscientes todos de que vivimos en un país libre pero que debemos bajar los costos sociales.

7. Limpieza de cables y fachadas.

Los cables que vemos en la calle, o son de energía eléctrica o son de telecomunicaciones. Estos últimos son los de la maraña horrible de cables y se vuelven peligrosos. En cada hilo de fibra óptica caben más de 100 empresas por lo que se debe establecer una micro zanja común municipal para este servicio, y las cableras deben pagar por su uso en lugar de que cada quien meta innecesariamente su fibra. Hay que eliminar este exceso de la fachada urbana de nuestra ciudad.

8. Calidad del aire y transporte público.

Nuestra ciudad sufre de estos problemas como otras ciudades y cuenta al menos con un Observatorio de la Calidad del Aire de origen ciudadano para tratar de coadyuvar en el tema. Mientras, las autoridades, en un proyecto titánico, llevan a cabo un difícil proceso de modernización del transporte de pronóstico reservado en el corto plazo con la esperanza de un futuro mejor. Ojalá se puedan alinear pronto los astros en estos temas porque son fundamentales.

9. Innovación social y leyes horizontales.

Fomentar la innovación social a través de un marco legal que promueva la libertad y la responsabilidad es vital. Menos gobierno y más sociedad, por un lado, o contar con dictadores ilustrados con salud mental y liderazgo real son los "genuinos extremos" de aspiración para el colectivo. Salvo honrosas excepciones, pienso que el liderazgo de muchos en varios temas será más efectivo que el gobernante unilateral que causa problemas naturales de abuso de poder. Cómo nadie está iluminado de la consciencia, apostemos por delegar horizontalmente y no concentrar verticalmente

10. Servicio civil de carrera.

Para asegurar que los mejores talentos administren la ciudad, es fundamental contar con un servicio civil de carrera que promueva la profesionalización en la gestión pública, garantizando que los puestos sean ocupados por personas capacitadas con adecuada salud mental experimentadas y comprometidas.

11. Reciclar lotes abandonados e innovar en la recolección de la basura.

La ciudad podría implementar proyectos innovadores de densificación de baja altura para transformar lotes abandonados o construcciones subutilizadas en espacios comunitarios, jardines urbanos o centros culturales que beneficien a la población. Nada más el centro del Área Metropolitana de Monterrey tiene 20 por ciento de propiedades en abandono. Ponerle además precio e información a la basura nos puede motivar a todos a usar o vender la basura. Con pequeños ajustes legales, esto se puede lograr.

12. Atención a migrantes y animales abandonados.

Una ciudad razonable debe ser inclusiva y consciente de la realidad de los migrantes que en todas las épocas de la historia se mueven según las circunstancias. Hoy no es la excepción y se pueden integrar programas de empleo temporal, combinados con el punto anterior de las construcciones sub-utilizadas. Pueden hasta sembrar y vender legumbres si le metemos corazón al asunto.

Por otra parte, en México existen 27 millones de animales en situación de calle, lo cual representa un grave problema de salud pública y de urbanidad. Por este tipo de temas necesitamos de la sociedad civil para resolverlos y hay que dar "dientes" y sentido común a la ley para apoyar, por ejemplo, a los miles de voluntarios rescatistas de perros y gatos que hoy están solos en la tarea sin apoyo económico.

En síntesis

La ciudad razonable es por último también una ciudad donde se conversa y se generan acuerdos para el progreso individual y colectivo. Habrá que ir a terapia o hacernos una limpia energética para sacudirnos el egoísmo, la violencia y polarización de las ideas que acompañan estos tiempos" líquidos", como diría el filósofo Bauman. No hay que tenerle miedo al cambio porque es la constante de la vida y hoy en día particularmente la velocidad de cambio rebasa nuestra capacidad de adaptación, así que todo pasará si nos hacemos responsables de nuestras emociones y nuestra percepción.

Y es que necesitamos de tu atención enfocada en crear una ciudad razonable.

 

El autor es ingeniero civil, urbanista, analista urbano, experto en movilidad y gestión del desarrollo sustentable, y miembro de la Academia Nacional de Arquitectura