Monterrey. – La Fiscalía General del Estado informó que Antonio “N”, sospechoso de provocar la muerte de un operador de la Ruta 220 en Monterrey el pasado viernes 24 de octubre, fue imputado por el delito de homicidio preterintencional y al mismo tiempo enviado a prisión preventiva como medida cautelar.
La resolución se dio durante la primera audiencia de control de detención/imputación celebrada este lunes 27 de octubre.
Luego de que el juez encargado del caso calificara de legal control de detención, un agente del Ministerio Público Investigador especializado en homicidio hizo tal imputación en contra de Antonio “N” por los hechos, los cuales, consideró, tienen características compatibles con un delito previsto y sancionado en el Código Penal vigente en el Estado de Nuevo León.
Por su parte, el equipo defensor del implicado solicitó ampliación de término constitucional para resolver la situación jurídica de su representado.
Tras esto, el juez concedió la solicitud de la defensa, señalando el día 31 de octubre de 2025 para reanudar audiencia.
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No obstante, tal y como se mencionó previamente, Antonio “N” fue enviado a prisión preventiva, e donde permanecerá mientras las investigaciones siguen su curso.
¿Qué es un homicidio preterintencional?
El homicidio preterintencional es un término legal que se usa para describir una situación en la que una persona realiza una acción con la intención de causar un daño menor, pero como resultado de esa acción, de manera no intencional y generalmente como una consecuencia imprevista, termina causando la muerte de la víctima.
- Ello implica una combinación de:
- Dolo (intención): El sujeto tenía la intención de realizar un acto ilícito, como lesionar a la víctima.
- Resultado no querido (preterintención): La muerte no era el objetivo del sujeto; es un resultado que va más allá de su intención inicial.
Esto describe lo ocurrido el pasado viernes dentro de una unidad de la Ruta 220 Provileón, en donde Antonio “N” sostuvo una discusión con el conductor del camión, a quien, presuntamente, reclamó por una modificación necesaria en el trayecto.
Pasajeros que notaron la escalada del problema, sacaron sus teléfonos celulares y captaron el pleito y la descompensación del operador, que fue perdiendo el conocimiento hasta morir mientras el agresor lo sujetaba del cuello.
El caso ha causado gran indignación a nivel local, en donde el gremio transportista ha solicitado a las autoridades correspondientes a aplicar los castigos correspondientes al implicado.
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