'Ellas hablan' llega a las salas de cine el jueves; tiene 2 nominaciones al Oscar

La cinta "Ellas hablan" se basa en hechos reales.

Lo que sucede al interior de una comunidad religiosa anabaptista es presentado.Créditos: Twitter
Por
Escrito en SHOW el

Estados Unidos.-  Nominada al Óscar en las categorías de Mejor Película y Mejor Guion Adaptado, el jueves llega a las salas de cine de la ciudad la película “Ellas Hablan”, adaptación de la novela de la escritora canadiense e hija de padres menonitas Miriam Toews.

“Mujeres Hablando” es la traducción del título original de la cinta escrita y dirigida por Sarah Polley. Y es que la trama gira en gran medida alrededor de un grupo de mujeres hablando, la única excepción es un joven maestro que, en ciertas ocasiones, también habla, aunque su actividad se reduce a reflejar en papel lo que las mujeres piensan y dicen a viva voz.

La historia tiene una apariencia simple, pero una vez iniciada la trama todo toma otra dimensión. En una comunidad religiosa anabaptista, un grupo de mujeres descubre que detrás de los extraños hechos de abuso ocurridos desde hacía varios años los responsables son los hombres del pequeño poblado.

No el diablo o algún espíritu maligno, como se los querían hacer creer. Eso no era parte de la imaginación de esas jóvenes vírgenes que, de la noche a la mañana, descubrían una mancha de sangre en la sábana, entre otras señales de la violación a sus cuerpos.

Hombres de carne y hueso, sus vecinos, padres, hermanos, hijos, esposos, eran los responsables. El filme describe los hechos aberrantes de manera veloz y lo que sigue es la ausencia de los hombres, los mayores de edad, durante algunas horas, pues se han ido a pagar la fianza a la ciudad más cercana.

Pero cuando ellos regresen, las mujeres (las abusadas, sus madres, sus vecinas) deberán perdonarlos o podrían ser excomulgadas de esa micro sociedad que para ellas es el centro del universo.

Es entonces cuando se deciden a hablar. Reunidas en el primer piso de un establo durante todo el día y parte de la noche se convoca a una votación, una serie de cruces debajo de tres dibujos, ya que ninguna de ellas sabe leer o escribir.

El primer diseño señala una elección engañosamente neutra: no hacer absolutamente nada, esperar el retorno masculino y simular que nada ha sucedido ni cambiado.

Algunas pocas equis optan por esa posibilidad, pero la mayoría, con resultados cercanos al empate, eligen una de las otras dos opciones.

Una es no esperar a ser echadas, sino dejar la comuna como elección personal, abriéndose a un mundo que no se conoce y la otra es quedarse y pelear por ciertos derechos que distan mucho de tener estatus de adquiridos, incluso con el riesgo de ser condenadas y maldecidas y expulsadas del paraíso, ahí es donde se pone bueno y empieza la lucha femenil de la comunidad.