Monterrey.- Lucero y Mijares, dos de las figuras más queridas de la música en México, han capturado la atención del público no solo por su talento, sino también por su relación, que ha evolucionado del amor al compañerismo. Su historia comenzó en la década de los 80 cuando se conocieron durante la grabación de un video musical. Sin embargo, no fue hasta años después que formalizaron su romance, convirtiéndose en una de las parejas más icónicas del espectáculo.
En 1997, Lucero y Mijares se casaron en una ceremonia televisada que fue vista por millones de personas. Su boda fue un acontecimiento mediático, repleta de glamour y con un toque de cuento de hadas que cautivó a sus seguidores. Durante más de una década, la pareja fue ejemplo de estabilidad y éxito, no solo en sus carreras sino también como familia, con el nacimiento de sus dos hijos, José Manuel y Lucero Mijares.
Sin embargo, en 2011, la pareja anunció su separación, sorprendiendo a sus fanáticos y al mundo del entretenimiento. A pesar de su ruptura, ambos han mantenido una relación cordial y cercana, priorizando siempre el bienestar de sus hijos. Lucero y Mijares han demostrado que es posible transformar una historia de amor en una de respeto y amistad, apoyándose mutuamente en proyectos profesionales y personales.
Un ejemplo de esta dinámica es la gira "Hasta que se nos hizo", donde, como amigos y compañeros de escenario, han compartido su talento, reviviendo éxitos de sus trayectorias. Este tour ha sido un éxito rotundo, no solo por la nostalgia que evoca, sino también por la química innegable que todavía existe entre ellos.
Hoy en día, Lucero y Mijares continúan siendo un modelo de cómo una relación puede evolucionar sin perder el respeto ni el cariño mutuo. Su historia ha inspirado a muchos, mostrando que el amor no siempre termina, sino que puede transformarse en una amistad inquebrantable, llena de recuerdos compartidos y apoyo mutuo, marcando un ejemplo para muchos en la industria del entretenimiento y para sus seguidores.