Monterrey.- Dorismar, actriz, conductora y modelo de origen argentino, conocida en México por su participación en programas de televisión y por su carrera en el entretenimiento, atraviesa un delicado momento de salud tras someterse a una cirugía plástica que, lejos de mejorar su apariencia, le provocó graves y permanentes afectaciones físicas.
En entrevista para Sale el Sol, su abogado, Salvador Padilla, explicó que el caso va mucho más allá de una simple mala praxis médica, ya que el procedimiento quirúrgico derivó en la amputación de una parte de la nariz de la artista, lo que le ha generado consecuencias irreversibles. Al respecto, señaló:
“No solo estamos en presencia de una mala praxis, estamos en presencia de un procedimiento médico que generó la amputación de parte de la nariz de mi representada (…) ella ya tiene afectaciones respiratorias irreparables, insustituibles.”
Debido a la gravedad de las lesiones, el equipo legal de Dorismar presentó una denuncia penal por la posible comisión del delito de lesiones agravadas. El abogado explicó que, a diferencia de otros casos médicos, este daño no puede corregirse ni compensarse plenamente, ya que afecta funciones básicas como la respiración.
Sobre la identidad del médico que realizó la cirugía, Padilla aclaró que, por el momento, no puede mencionar su nombre.
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“Legalmente, no podría ser un señalamiento particular (…) todavía estamos en proceso de integración de la carpeta y, por lo tanto, hay ciertos datos de investigación que debemos resguardar”, explicó, subrayando que el presunto responsable cuenta con la presunción de inocencia.
En cuanto a las posibles sanciones, el abogado indicó que, de confirmarse la responsabilidad del cirujano, la pena podría ser severa.
“Sería la pena más gravosa que establece el Código Penal para el Estado de México (…) puede variar de los 3 años a los 10 años en adelante”, aunque precisó que será un juez quien determine la sanción correspondiente.
Padilla también detalló el impacto emocional, físico y laboral que esta situación ha tenido en su clienta.
“Tiene una profunda depresión como consecuencia de estas circunstancias, la cancelación de sus proyectos de trabajo, porque ella además vive de esto (…) lo que me pide es justicia”, explicó, destacando que Dorismar busca no solo la reparación del daño, sino evitar que otras personas pasen por una situación similar.
El abogado confirmó que hubo una amputación directa durante el procedimiento inicial. “Cortó de más parte de los conductos de la nariz, cosa que hoy le inhibe y le impide respirar de forma ordinaria”, añadió, precisando que, aunque se intentó una reconstrucción con tejido extraído de una costilla, la capacidad respiratoria de Dorismar no volverá a ser la misma.
Asimismo, reveló que tras la cirugía original se realizaron otros procedimientos que agravaron su estado de salud. “Incluso le inyectó sustancia sin que ella lo autorizara, que después le generara pus en la nariz y otras complicaciones”, lo que deterioró aún más su imagen y su condición física.
Finalmente, Padilla explicó que Dorismar tuvo que buscar atención médica fuera de México, ya que especialistas nacionales se negaron a intervenir debido al alto riesgo del caso. “Muchos médicos mexicanos no la quisieron atender (…) y es por eso que ella tuvo que dirigirse a otro país”, aunque reiteró que, pese a los esfuerzos reconstructivos, el daño interno relacionado con la respiración es irreversible.
El caso continúa bajo investigación por parte del Ministerio Público, mientras Dorismar enfrenta un proceso complejo que ha marcado profundamente su salud, su estabilidad emocional y su carrera profesional.