Pobladores exigen acciones ante rompimiento de laguna ‘La Nacha’ en Tamaulipas

La pesca y la agricultura de la región han sido golpeadas luego de que el agua se perdiera por una falla en la capacidad de contención.

Laguna La Nacha
Laguna La Nacha Créditos: Especial
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San Fernando. - A más de una semana del rompimiento de la laguna "La Nacha", los habitantes y pescadores de las rancherías cercanas continúan esperando una respuesta de las autoridades municipales y estatales en Tamaulipas. 

La falta de acción ha exacerbado la preocupación entre más de 2 mil 500 familias afectadas, quienes ahora consideran medidas drásticas en su intención de poder ser escuchadas.

El incidente, que ha puesto en riesgo la estabilidad hídrica de la zona, se ha agravado por la reciente tormenta Alberto, que aunque proporcionó un alivio temporal, demostró la vulnerabilidad de la infraestructura de la presa local.

Los residentes de comunidades como Barrancón y rancherías adyacentes han expresado su frustración ante la inacción gubernamental, señalando que si no se obtiene una solución inmediata, podrían verse obligados a cerrar carreteras y tomar medidas más drásticas, incluyendo la toma de la presidencia municipal.

"Estamos al borde de una crisis humanitaria", declaró uno de los líderes comunitarios, quien prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.

"Hemos informado a las autoridades sobre el peligro inminente que enfrentamos, pero hasta ahora no hemos recibido más que promesas".

La laguna "La Nacha", crucial para la economía local y el sustento de numerosas familias, ha visto deteriorada su capacidad de contención de agua, afectando gravemente la pesca y la agricultura en la región.

Los habitantes, cansados de esperar, exigen respuestas concretas y soluciones efectivas para evitar un desastre mayor. Por su parte, funcionarios del gobierno local y estatal han reconocido la gravedad de la situación y han prometido redoblar esfuerzos para encontrar una solución viable.

Mientras tanto, la comunidad de San Fernando permanece en alerta, consciente de que cada día que pasa sin una respuesta adecuada aumenta el riesgo de un desenlace trágico.

Los habitantes esperan que en los próximos días se tome una decisión definitiva que ofrezca seguridad a los afectados, quienes enfrentan una situación de incertidumbre y urgencia.