Washington D.C. – El director de resolución de anomalías en todos los dominios del Pentágono (AARO), Sean Kirkpatrick, reveló que existe la posibilidad que en nuestro sistema solar se encuentre una naves nodriza extraterrestre con la capacidad de lanzar sondas más pequeñas a fin de investigar la Tierra y el resto de los planetas.
Esta teoría aparece en un artículo reciente –que aún se encuentra en revisión- hecho en conjunto con Avi Loeb, presidente del departamento de astronomía de la Universidad de Harvard.
Los expertos basan esta hipótesis después de haber descubierto varios objetos interestelares en los últimos años, por ejemplo el Oumuamua y los meteoritos IM1 y IM2, cuyas características físicas no coindicen con un origen natural.
“Las coincidencias entre algunos parámetros orbitales de 'Oumuamua e IM2 nos inspiran a considerar la posibilidad de que un objeto interestelar artificial sea potencialmente una nave nodriza que libere pequeñas sondas durante su paso cercano a la Tierra, una construcción operativa no muy diferente de las misiones de la NASA”, señalan los investigadores en el texto “Restricciones físicas en fenómenos aéreos no identificados”.
Respecto a la presunta nave, que Kirkpatrick y Loeb refieren, se detalló que es imposible de percibir dado que no refleja suficiente luz solar para la clase de telescopios que existen en la Tierra.
Los investigadores, que no han escrito una conclusión definitiva, sí sugirieron que los artefactos extraterrestres podrían estar arribando al sistema solar de dos formas: basura espacial o a través de equipos que son controlados mediante inteligencia artificial.
“Estas ‘semillas de diente de león’ podrían separarse de la nave principal por la fuerza gravitatoria de las mareas del Sol o por una capacidad de maniobra”, se lee en el artículo.
Finalmente se planteó la posibilidad de que este escenario sería la explicación del porqué se han avistado tantos objetos voladores no identificados en distintos puntos del mundo a lo largo de todos estos años.