Washington. - A Bill Sumiel, un hombre que necesitaba un trasplante de riñón para retomar su andar de manera normal, le cambió la vida cuestión de minutos, precisamente después de tomar un taxi de aplicación que utilizó para dirigirse al hospital.
Diferentes medios de comunicación de Estados Unidos han realizado publicaciones en relación a este evento, y no es para menos, ya que fue justo el conductor del auto que era utilizado como Uber, quien le dio a Sumiel motivos para sonreír y asegurarse que aún hay personas generosas en el mundo.
Bill Sumiel había tomado dicho Uber para acudir al hospital, en donde se tenía que someter a su tratamiento de diálisis. Durante el trayecto platicó con el chofer, quien al conocer por la situación que estaba pasando, no dudó en ofrecerle su riñón para que se olvidara de todos los problemas de salud que padecía.
La persona necesitada reveló que el conductor, de nombre Tim Letts, creyó que el destino había jugado en favor de ambos, pero aun así Sumiel no dio crédito de la decisión tomada por su chofer, quien insistió en ayudarlo.
"Durante el viaje en automóvil le cuento mi dilema (…) Alrededor de la mitad del camino a casa después de hablar todo el camino y poco a poco hacerse amigos, Tim me dice que 'Creo que Dios debe haberte puesto en mi auto'", recordó.
"Él dice: 'Si tomas mi nombre y mi número, te daré un riñón", recordó Bill Sumiel, quien aseguró haber estado temblando del impacto que causó en él la postura de su nuevo amigo.
Antes de donar el riñón, Tim Letts tuvo que someterse a los estudios correspondientes para comprobar si había compatibilidad, situación que terminó haciéndose efectiva.
La intervención quirúrgica fue exitosa para ambos hombres, quienes a un año de aquel episodio siguen con su vida de manera normal, pero con el detalle de haber cristalizado su amistad.