Abuelitos que estuvieron casados por 78 años, fallecieron con 4 horas de diferencia

El hombre enfermó cuando su esposa fue llevada al hospital, ya que dejó de comer.

Mamédio Alves Magalhães y Ana Araújo Magalhães
Mamédio Alves Magalhães y Ana Araújo Magalhães Créditos: G1
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Brasil.- La historia de amor entre Mamédio Alves Magalhães y Ana Araújo Magalhães  parece sacada del cine.

La pareja de abuelitos estuvo casada por 78 años y el día que fallecieron solo lo hicieron con cuatro horas de diferencia.

Ambos, vivían en Paranã en el estado de Tocantis, Brasil, donde compartieron casi toda su vida desde el día en que se enamoraron, hasta que se casaron.

De acuerdo a medios locales, todo marchaba bien en su familia, cuando de pronto Ana se enfermó de una pulmonía grave que la llevó al hospital.

Mientras ella estuvo recibiendo atención medica, su esposo Mamédio cayó en depresión pues no quiso comer ni tomar medicinas porque ella no estaba a su lado.

Tiempo después la mujer fue llevada a su casa y cuando todo parecía volver a la normalidad, la salud del hombre se vio afectada y fue ingresado a un hospital.

La pareja de abuelitos junto a un familiar. Foto:  G1

Pese a la atención que Mamédio recibió, su corazón no resistió y falleció a las 4 de la mañana, a sus 105 años. Y por extraño que pareciera, doña Ana también murió pero cuatro horas después, es decir, a las 8 de la mañana.

Un familiar de la pareja contó a G1 Globo que la pareja pasó toda su vida amándose.

“Me llamó y me dijo: ‘Me voy a morir el mismo día que ella. Vamos a morir juntos’. Su historia es muy bonita, ella lo amaba más que a nada”, comentó Ediana Quirino Magalhães.

La mujer señaló que al escuchar las palabras del hombre no lo podía creer porque se encontraba en buenas condiciones.

 “Yo no lo creía, dijo que se irían el mismo día. Y como estaba lúcido, caminando con normalidad, pensé que a estas alturas no iba a pasar”.

 

En su juventud, Mamédio formó parte del ejército como soldado y después fue agricultor, mientras que Ana enseñó a leer y a escribir a los niños en el campo.

Ediana señaló que cuando ella llegó a sus vidas, se encargó de cuidarlos, especialmente cuando Ana empezó a olvidar algunas cosas

"Hace seis años ya no tenía la misma mentalidad y estaba en silla de ruedas porque a los 94 años se fracturó la cadera y la operaron, pero se recuperó”.