México.- La autoexploración de los senos es una técnica sencilla y rápida que toda mujer debe realizar mensualmente. Conocer la textura y apariencia normal de tus senos puede ayudarte a detectar cualquier cambio inusual, que podría ser una señal de alerta. Esta práctica, junto con chequeos médicos regulares, es fundamental para la prevención del cáncer de mama.
Guía paso a paso para realizar una autoexploración mamaria
1. Observación frente al espejo
Colócate de pie frente a un espejo con los brazos a los lados y observa tus senos. Luego, coloca las manos en las caderas y finalmente levanta los brazos sobre la cabeza. Fíjate en cualquier cambio en la forma, tamaño, color o textura, como hundimientos, enrojecimiento o alteraciones en los pezones.
2. Palpación en la ducha
Con las yemas de los dedos, explora ambos senos de manera circular, comenzando desde la parte exterior hacia el centro, cubriendo toda la superficie. Utiliza diferentes niveles de presión para sentir tanto las capas superficiales como las más profundas. Repite la palpación debajo de los brazos para detectar bultos o endurecimientos.
3. Palpación acostada
Acuéstate boca arriba y coloca un brazo detrás de la cabeza. Con la mano opuesta, explora el seno de forma circular, asegurándote de cubrir todo el tejido, desde la clavícula hasta la parte inferior del pecho. Busca cualquier bulto o engrosamiento que no hayas sentido antes.
Durante la autoexploración, es importante prestar atención a
- Bultos duros o zonas más gruesas.
- Cambios en el tamaño o forma de los senos.
- Enrojecimiento, irritación, o sarpullido.
- Secreciones inusuales del pezón, especialmente si son sanguinolentas.
La autoexploración mensual es una herramienta vital en la detección temprana del cáncer de mama. Si notas cualquier anomalía, es importante consultar a un médico lo antes posible. Aunque la mayoría de los cambios en los senos no son indicativos de cáncer, siempre es mejor prevenir con chequeos médicos regulares y ser conscientes de los propios cuerpos.