Apple Watch ayudó a mujer a descubrir que padecía un grave problema del corazón

Jessie Malone contó que no se imaginó el problema grave que estaba viviendo en ese momento.

Jessie Malone sufrió una fibrilación auricular el año pasado y gracias a su Apple Watch se dio cuenta del peligro.
Jessie Malone sufrió una fibrilación auricular el año pasado y gracias a su Apple Watch se dio cuenta del peligro. Créditos: Canva/ Jessie Malone/ Today
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Estados Unidos. - Una mujer de Nueva York contó que gracias a su Apple Watch logró descubrir que padecía un grave problema en el corazón.

Jessie Malone, de entonces 35 años, señaló que ese mayo de 2023, despertó con náuseas, sin embargo, no le dio importancia y siguió con sus actividades.

De un momento a otro la alarma de su Apple Watch empezó a sonar.

“Decía que tenía que buscar atención médica inmediata, era roja (la alerta) y vibraba. Dije: ‘Oh Dios mío’”, dijo la mujer al medio Today.

Fue en ese momento que decidió ir a urgencias y en ese instante se enteró que sufría fibrilación auricular, un ritmo cardiaco rápido e irregular que puede provocar coágulos sanguíneos y derrames cerebrales, según la Asociación Estadounidense del Corazón.

“Si mi reloj no me hubiera dicho nada, me habría ido a casa a dormir una siesta”, relató Malone.

Malone señaló que ese mayo de 2023 se encontraba montando en su bicicleta eléctrica y se dio cuenta que su ritmo cardiaco aumentó a 160 pulsaciones por minuto, cuando lo normal es de 60 a 100.

“Empezó a avisarme que mi frecuencia cardiaca en reposo era elevada y también de que había entrado en fibrilación auricular”, recordó Malone.

¿Qué pasó en el hospital?

Jessie recuerda que ese día los médicos le informaron que debían administrarle varios medicamentos para recuperar el control de su corazón.

La mujer siguió en el hospital ya que los doctores necesitaban ver si su frecuencia cardiaca se mantenía elevada.

“La fibrilación auricular es poco frecuente a mi edad, así que esperaban que se corrigiera sola pero no fue así”.

La frecuencia no disminuyó por lo que le practicaron una cardioversión, un procedimiento mínimamente invasivo en el que utilizan un endoscopio para examinar el corazón, y luego envían corrientes eléctricas para devolverle un ritmo normal.

“Fue una de esas cosas en las que, en un escenario normal, me hubiera hecho sentir frustrada, pero yo estaba como, ‘qué bien, estoy viva, esto es genial’”.