Ciudad de México. – El Sistema Meteorológico Nacional (SMN) informó que se tiene prevista la llegada de una nueva ola de calor de la temporada sobre el territorio mexicano.
Fue mediante un comunicado que la dependencia indicó cuándo llegaría, afectando a vario estados del país.
“Un sistema anticiclónico en niveles medios de la atmósfera se establecerá sobre el occidente, centro y oriente de la República Mexicana, por lo que, a partir del viernes 3 de mayo, se prevé el inicio de la Segunda Ola de Calor de la temporada sobre gran parte del territorio mexicano”.
De acuerdo al meteorólogo José Martín Cortés, será la próxima semana cuando el sistema anticiclónico ganará fuerza.
“Recuerden que, dentro de la circulación de un anticiclón, áreas divergentes pueden aparecer, favoreciendo el desarrollo de tormentas aisladas, algunas severas”, mencionó.
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Mencionó que del 8 al 10 de mayo, se podría dar la mayor intensidad del calor en la Vertiente del Golfo y península de Yucatán con extremas de 45 a 49°C en Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla, Oaxaca, Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Tierra Caliente de Guerrero y Michoacán.
El experto refirió que, de no presentarse cambios en la previsión actual, a partir del lunes 6 de mayo se experimentaría la primera ola de calor relevante en territorio mexicano, ya que la de abril, no lo fue.
¿Lloverá en Nuevo León?
De acuerdo a Protección Civil estatal, el viernes 3 de mayo y el sábado hay mayores posibilidades de que llueva en Nuevo León, sin embargo, las temperaturas se mantendrán arriba de los 30 grados por la tarde.
¿Qué es una ola de calor?
Una ola de calor es un período prolongado de tiempo en el que las temperaturas son significativamente más altas de lo normal en una región específica.
Durante una ola de calor, las temperaturas diurnas pueden alcanzar niveles extremadamente altos y las temperaturas nocturnas también pueden permanecer elevadas, lo que dificulta el enfriamiento y la recuperación durante la noche.
Las olas de calor pueden tener efectos adversos en la salud humana, provocando deshidratación, insolación, estrés por calor y exacerbando condiciones médicas preexistentes.
Además, las olas de calor pueden tener impactos en la agricultura, los ecosistemas y la infraestructura, como el aumento del riesgo de incendios forestales y la sobrecarga de sistemas de energía y refrigeración.