Sinaloa.- Este jueves 29 de agosto, la ciudad de Culiacán, Sinaloa, volvió a ser escenario de enfrentamientos entre miembros del crimen organizados y elementos del ejército Mexicano, desatando pánico en los habitantes Estos hechos reviven los temores de un nuevo “Culiacanazo”, término que ha quedado grabado en el imaginario colectivo como sinónimo de caos y violencia extrema.
En esta ocasión, los enfrentamientos, se encontraron en localidades al norte de la capital sinaloense donde las balaceras sembraron el terror entre los culiacanenses. Lo más alarmante para la población es que, coincidentemente, los “Culiacanazos” anteriores también ocurrieron en jueves, día que ha sido bautizado por los habitantes como “Jueves Negro”. Este patrón de violencia recurrente ha generado un profundo temor en la comunidad, que teme la repetición de aquellos trágicos días.
Primer Culiacanazo
Tuvo lugar el jueves 17 de octubre de 2019, cuando un operativo del Ejército Mexicano para capturar a Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, derivó en una serie de violentos enfrentamientos en toda la ciudad. Miembros del Cártel de Sinaloa tomaron las calles, bloquearon vialidades, incendiaron vehículos y desataron una ola de pánico que dejó a miles de personas atrapadas en el fuego cruzado. La presión ejercida por el cártel obligó al gobierno federal, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, a ordenar la liberación de Guzmán para evitar mayores pérdidas humanas. A pesar de la rendición, el saldo de este evento fue trágico: 14 personas fallecieron, incluyendo cuatro civiles.
Segundo Culiacanazo
Ocurrió en la madrugada del 5 de enero de 2023, cuando fuerzas federales nuevamente intentaron capturar a Ovidio Guzmán, esta vez en la localidad de Jesús María, al norte de Culiacán. La operación desató una ola de violencia aún mayor, con enfrentamientos y bloqueos no solo en Culiacán, sino en varios municipios de Sinaloa, como Mazatlán, Los Mochis y Guasave, e incluso en los estados vecinos de Sonora y Nayarit. El saldo de este segundo “Jueves Negro” fue devastador: 29 muertos, 10 de ellos militares y 19 presuntos miembros del Cártel de Sinaloa, además de 21 personas detenidas.
Los “Culiacanazos” han dejado una huella imborrable en la historia reciente de Sinaloa y en la memoria de sus habitantes, quienes, cada jueves marcado por la violencia, reviven el trauma de aquellos días en que el crimen organizado mostró su fuerza y desafió abiertamente al Estado. Hoy, Culiacán sigue en vilo, con el miedo latente de que este nuevo enfrentamiento pueda ser solo el inicio de otro capítulo de violencia en su atribulada historia.