¿Venden terreno en donde fue crimen de Diego Santoy? Circula publicación en redes

En 2006, Monterrey fue escenario de uno de los crímenes más impactantes en la historia de la ciudad. Hoy, el lugar donde ocurrieron los trágicos hechos vuelve a ser noticia.

Circula en redes sociales la vente del terreno en donde ocurrió el crimen.
Circula en redes sociales la vente del terreno en donde ocurrió el crimen.Créditos: Archivo.
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Monterrey.- El 6 de marzo de 2006, Monterrey fue sacudido por un crimen que aún resuena en la memoria colectiva. Diego Santoy Riveroll, apodado "El Asesino de Cumbres", irrumpió en la casa de su exnovia Erika Peña Coss, en la colonia Cumbres. En un acto de violencia extrema, en donde presuntamente Santoy asesin?? a los hermanos menores de Erika: Erik, de 7 años, y María Fernanda, de 3 años, dejando a la comunidad en estado de shock.

Tras el doble homicidio, Diego huyó junto con su hermano, pero fue capturado días después en Oaxaca. El caso acaparó titulares durante meses, y las circunstancias del crimen, así como la relación entre Santoy y Peña Coss, se convirtieron en tema de debate nacional, que hasta la fecha sigue siendo tema de conversación entre los regiomontanos.

¿En dónde está el terreno donde supuestamente fue el crimen de Diego Santoy?

La casa, ubicada en el número 2909 de la calle Monte Casino, fue derrumbada tiempo después del crimen, dejando solo un terreno vacío. Tras la tragedia, la familia Peña Coss puso la vivienda en renta, hasta que eventualmente fue vendida a nuevos propietarios, quienes decidieron demolerla.

Ahora, 18 años después, el terreno ha vuelto a captar la atención. Durante este mes, ha circulado en redes sociales la noticia de que el terreno donde ocurrieron los hechos está en venta.

Publicación en redes sociales. Créditos: Facebook.

La publicación que ha estado circulando por las redes sociales han reavivado el interés de los habitantes de Monterrey así como también las discusiones en torno al caso, demostrando que, a pesar del tiempo transcurrido, el crimen sigue siendo un tema sensible y recordado por los regiomontanos.

Este nuevo capítulo en la historia del caso Santoy subraya cómo algunos eventos dejan marcas indelebles en la memoria colectiva, con repercusiones que perduran más allá de los titulares iniciales.