México.- Alessandra Rosaldo y Eugenio Derbez forman una de las parejas más queridas del espectáculo en México. Sin embargo, pocos conocen los detalles de cómo comenzó su historia de amor, hasta ahora. Recientemente, Alessandra reveló en una entrevista en YouTube el preciso momento en que su corazón comenzó a latir por Eugenio, y cómo un encuentro inesperado en Canadá transformó sus vidas para siempre.
Un romance que nació
Durante una grabación en Canadá, Alessandra fue invitada a participar en uno de los programas de Eugenio. Aunque en la trama interpretaban un romance ficticio, lo que surgió entre ellos en la vida real fue auténtico e inesperado. Alessandra recuerda vivamente la primera vez que vio a Eugenio:
“Lo vi guapísimo, todo fue en cámara lenta. Nos sonreímos y cuando nos abrazamos, no sé si duró 30 segundos o tres minutos, pero no nos podíamos soltar”.
Ese encuentro inicial dejó una marca imborrable en ambos, despertando en ellos sentimientos que ni siquiera estaban buscando.
Una decisión que cambió todo
Los días siguientes en Canadá sirvieron para confirmar lo que ambos ya comenzaban a sentir. Eugenio invitó a Alessandra a cenar, y esa noche descubrieron la conexión especial que compartían.
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“Cada vez me ponía más nerviosa, pero también emocionada. Descubrimos muchas cosas juntos, todo era mágico”
Confesó Alessandra. Aunque en ese momento ambos estaban involucrados en otras relaciones, Alessandra no dudó en tomar una decisión crucial.
“Terminé mi relación porque para mí fue muy claro. Estábamos enamorados, pero separados. Yo estaba muerta de amor por él”
El amor sigue creciendo
Hoy, después de doce años de matrimonio, Alessandra Rosaldo y Eugenio Derbez siguen tan enamorados como el primer día. Sus tiernos videos de aniversario, compartidos en Instagram, son una prueba palpable de que su amor sigue siendo fuerte y lleno de complicidad. La historia de amor de Alessandra y Eugenio, nacida entre cámaras y luces, continúa escribiéndose día a día, demostrando que el destino a veces puede jugar a favor del amor verdadero.