Ciudad del Vaticano.- Aunque el Papa Francisco fue conocido por su humildad, sus mensajes de paz y su liderazgo espiritual al frente de la Iglesia católica, hay una faceta que lo conectó profundamente con millones de personas alrededor del mundo: su amor por el fútbol.
Jorge Mario Bergoglio, hasta ayer líder del Vaticano, creció en el barrio de Flores en Buenos Aires, Argentina, en una época donde el fútbol no solo se jugaba en los estadios, sino también en las calles, en los patios y en cada rincón del país. Desde joven, se declaró hincha del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, uno de los equipos grandes del fútbol argentino. Esa pasión la ha mantenido intacta incluso tras su llegada al pontificado en 2013.
A lo largo de su papado, el Papa Francisco ha demostrado en varias ocasiones su simpatía por este deporte. Ha recibido en el Vaticano a delegaciones de equipos campeones, tanto europeos como sudamericanos, y no ha dudado en bromear sobre el fútbol en sus discursos. En 2014, por ejemplo, durante la final del Mundial entre Argentina y Alemania, bromeó diciendo que, por respeto al resultado, no se comunicaría con su "rival" alemán, el Papa emérito Benedicto XVI.
“El fútbol es una escuela de vida, especialmente para los jóvenes. Enseña trabajo en equipo, sacrificio, respeto y sana competencia”, expresó en diversas ocasiones.
También ha aprovechado su influencia para destacar el valor formativo del deporte. En 2022, incluso organizó un partido benéfico en Roma, bajo el lema “Unidos por la paz”, en el que participaron leyendas del fútbol como Ronaldinho y Francesco Totti.
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La relación del Papa Francisco con el fútbol fue más que la de un simple espectador. Es la de un hincha genuino que aseguraba que el deporte puede ser una herramienta de unión y esperanza.
Miles de personas que acudían a visitarlo en El Vaticano le regalaban camisas de todos los equipos del mundo.
El mundo despide al “Papa del pueblo”
La madrugada de este lunes, murió el Papa Franciso a los 88 años, informó el cardenal Kevin Joseph Farrel.
El mundo católico se encuentra de luto por su fallecimiento tras enfrentar complicaciones de salud en los últimos meses. Jorge Mario Bergoglio, primer pontífice latinoamericano y jesuita en la historia de la Iglesia, deja un legado de humildad, cercanía y compromiso con los más pobres.
Su muerte marca el fin de un pontificado que rompió esquemas, promovió el diálogo, la inclusión y la paz. Desde el Vaticano, se preparan los actos solemnes para despedir a quien millones conocieron como “el Papa del pueblo”.