México.- En México, muchas personas buscan maneras de reducir el monto de su recibo de luz, y entre las más comunes (aunque ilegales) está el uso de los llamados "diablitos".
Estos aparatos alteran los medidores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero su uso puede llevarte directo a la cárcel, con castigos que incluyen multas millonarias y la suspensión definitiva del servicio eléctrico.

¿Qué dice la ley sobre los 'diablitos'?
De acuerdo con el artículo 368 del Código Penal Federal, el uso no autorizado de energía eléctrica se considera equivalente al robo, y se castiga como tal. Específicamente, se establece que:
“El uso o aprovechamiento de energía eléctrica, magnética, electromagnética, de cualquier fluido, o de cualquier medio de transmisión, sin derecho y sin consentimiento de la persona que legalmente pueda disponer de los mismos, se equipara al robo”.
Esto quiere decir que si te descubren alterando el medidor o colgándote ilegalmente de la red eléctrica, podrías enfrentar de tres a diez años de prisión.
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Además, la multa puede superar los 100 mil pesos, sin contar con que la CFE puede cortar de manera definitiva el suministro de energía.
¿Por qué esta práctica afecta a todos?
Según datos oficiales, en años anteriros la CFE perdió más de 54 mil millones de pesos, de los cuales 12 mil millones fueron por culpa de los 'diablitos'. Esta práctica ilegal no solo representa pérdidas económicas, sino que aumenta los costos para todos los usuarios.
¿Pueden cortarme la luz si es un derecho?
Aunque algunos ciudadanos consideran el corte de luz como un abuso, la Suprema Corte de Justicia de la Nación respaldó el derecho de la CFE a suspender el servicio en casos de robo o falta de pago.
Esto se basa en la relación legal que existe entre el organismo y los usuarios, donde ambas partes tienen obligaciones que deben cumplir.
Riesgos adicionales de colgarse de la luz
Más allá de lo legal, los "diablitos" también son un peligro para la seguridad del hogar. Están hechos con materiales de baja calidad y mala instalación, lo que puede provocar cortocircuitos, incendios o explosiones. Esto pone en riesgo no solo a quien los instala, sino a familias enteras y a vecinos.
Colgarse de la luz no es un ahorro, es un delito grave con consecuencias legales, económicas y de seguridad.
La CFE y las autoridades están cada vez más estrictas en sancionar a quienes recurren a estas prácticas.
Evitarlo no solo es cumplir la ley, sino proteger tu patrimonio y tu vida.