México.-
México.- Ramón Valdés, el entrañable Don Ramón de El Chavo del 8, falleció en agosto de 1988 tras una dura batalla contra el cáncer.
Su partida dejó un vacío enorme entre sus compañeros de elenco y millones de fans. Sin embargo, una pregunta ha perdurado por décadas: ¿por qué Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, no estuvo presente en su funeral?
Una amistad marcada por la admiración y el conflicto
Gómez Bolaños siempre habló con respeto del talento de Ramón Valdés. De hecho, lo consideraba uno de los actores más auténticos del grupo.
Le permitía improvisar en escena, algo raro en su perfeccionista estilo de trabajo. El personaje de Don Ramón, de hecho, fue diseñado con base en la personalidad de Valdés.
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Pero a pesar de la admiración, su relación tuvo un final distante. A principios de los años 80, Ramón abandonó el programa por desacuerdos creativos, muchos de ellos relacionados con la creciente influencia de Florinda Meza en la producción.
Según Esteban Valdés, hijo del actor, Meza tomaba decisiones que incomodaban a su padre, especialmente al asumir un rol de directora no oficial.
La polémica ausencia en el funeral
Cuando Ramón Valdés falleció, su funeral fue discreto. Varios de sus compañeros no pudieron asistir por compromisos laborales, como María Antonieta de las Nieves o Carlos Villagrán, quien sí alcanzó a despedirse de él en el hospital.
La ausencia más notoria fue la de Chespirito. La versión oficial fue que se encontraba fuera del país. Sin embargo, versiones extraoficiales sostienen que Florinda Meza, entonces pareja de Gómez Bolaños, le habría pedido que no asistiera.
Algunos medios de la época aseguraron que la tensión entre Meza y Valdés trascendió incluso hasta ese momento tan delicado. Aunque nunca se confirmó de manera oficial, con el tiempo surgieron declaraciones que alimentaron esta hipótesis.
Chespirito vivió con ese arrepentimiento
Pese a las diferencias, Roberto Gómez Bolaños expresó públicamente su aprecio por Valdés en múltiples entrevistas.
Reconoció su humildad, carisma y talento. Aunque nunca habló abiertamente del motivo de su ausencia en el funeral, personas cercanas aseguraron que era un tema que lo acompañaba con pesar.
Un adiós que nunca se dio
Ramón Valdés se fue sin rencores, y su legado sigue vivo gracias al cariño del público. Su muerte cerró un capítulo en la historia del humor latinoamericano.
Y aunque Chespirito no pudo estar en su último adiós, su memoria lo acompañó siempre.
La verdadera razón de su ausencia, quizá, solo la supieron ellos.