México consiguió su segunda presea en Tokio, gracias a la actuación de Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez, que ganaron la medalla de bronce en clavados sincronizados femenil.
La pareja mexicana finalizó en la tercera posición en la competencia de plataforma desde 10 metros, al finalizar los cuatro saltos con una puntuación de 299.70 puntos.
Tras un inicio esperanzador en que finalizaron cuartas, el segundo salto las colocó como penúltimas de la final, pero al iniciar con la ronda de clavados libres comenzaron a escalar posiciones hasta depender de sí mismas en la última instancia.
Las clavadistas mexicanas se plantaron en la última ronda como las cuartas clasificadas, con una distancia considerable de las primeras dos, pero solo un punto por debajo de la zona de preseas.
En el último salto la pareja se consolidó en el tercer peldaño, para que las siguientes en la plataforma, las japonesas que eran las únicas en posición de alcanzarla, terminaron cayendo y dejando todo listo para su consagración.
China se llevó la medalla de oro tras liderar durante toda la final, terminando con una suma de puntos total de 363.78, mientras que la presea de plata fue para la dupla de Estados Unidos, con una calificación de 310.80 unidades.
Esta es la segunda medalla que consigue Alejandra Orozco, quien ostenta el récord de juventud. A los 15 años ganó plata en Londres 2012 junto a Paola Espinoza. Por su parte Gabriela Agúndez, de 20 años de edad, consigue su primera presea olímpica.
Antes de esta final, México ya sumaba dos cuartos lugares en la disciplina, luego que la dupla de Carolina Mendoza y Lolita Hernández rozó el podio en sincronizados desde trampolín de 3 metros.
Kevin Berlín y el regio Diego Balleza se quedaron fuera de la zona de medallas desde los 10 metros.