¿Eres mexicano? ¿Tienen pistas de hielo en México? Son los cuestionamientos hirientes a los que Donovan Carrillo se ha tenido que enfrentar a la hora de representar a nuestro país durante su carrera en el patinaje artístico.
El patinador de 21 años, que ha causado furor internacional por su clasificación a la final de su disciplina en los Juegos Olímpicos de Invierno, pero el sueño que actualmente cumple en Beijing, su debut en la máxima justa, tiene una historia que sustenta su destacada presentación.
El primer reto para el nacido en Zapopan, fue encontrar el apoyo de su familia para practicar este deporte que no había sido la elección principal, lo intentó en el futbol, no oculta su simpatía por el Atlas, pero en sus pies el talento no estaba destinado para la pelota.
Fue una auténtica odisea el hacerse de unos patines propios, en sus inicios utilizaba los que iba dejando su hermana mayor, con quién compartía su pasión por patinar.
Un momento decisivo para cimentar sus metas, fue el salir de su casa con tan solo 12 años. Encontrar el sitio adecuado para seguir creciendo en el patinaje lo llevó a León, donde establecería su sede de entrenamiento.
A diferencia de otros patinadores, Donovan no entrena en solitario, sino en una pista pública que en ocasiones se llena de personas que buscan divertirse, aprender y pasar un buen rato. Todos distractores para el joven.
Carrillo siempre ha sentido un enorme orgullo por ser mexicano, le encanta su gastronomía, sus tradiciones y costumbres, pero sobre todo el baile y la música, otras de sus grandes pasiones.
En Septiembre de 2016, a un mes del fallecimiento de Juan Gabriel, en una competencia efectuada en Japón, Donovan logró viralizar su participación al montar su performance a ritmo de 'Hasta que te conocí', icónica canción del 'Divo de Juárez', la cual dedicó a su madre.
Esta noche del miércoles a las 19:30 horas (Tiempo de México), Donovan Carrillo seguirá alargando su sueño olímpico, en su segunda aparición sobre la pista del Estadio Cubierto de la Capital, en el programa largo de la Final de Patinaje Artístico, con la melodía de Perhaps, perhaps, perhaps, de Daniel Boaventura.