Monterrey.- El boxeador regiomontano Daniel “cejitas” Valladares, dijo que está dispuesto a darle la revancha a su contrincante de este viernes, Ginjiro Shigeoka, luego que su pelea no pudo continuar debido a un cabezazo accidental.
A través de un video grabado desde Japón y difundido por Bxstrs Promotions, el pugilista neoleonés agradeció el apoyo de todos los aficionados y se disculpó por no poder continuar con el combate, que terminó en el tercer round y fue decretado como ‘no-contest’.
Valladares señaló que la pelea no resultó de la manera que esperaba, pero reiteró que todo se trató de un accidente debido a las guardias encontradas, ya que él es derecho y su contrincante es zurdo.
“No tuvimos una pelea como la quisimos tener. Fue un accidente, un cabezazo, la verdad los que me conocen saben que me gusta continuar, sacar la pelea, sin embargo no estaba bien, me sentía aturdido, me sentía mareado, yo volteaba a la esquina para decirles que no entendía, no escuchaba nada.
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“Les pido una disculpa si a lo mejor muchos querían que esta pelea se alargara pero así es el boxeo. La verdad me voy triste porque yo quise demostrar..por guardias encontradas fue un accidente. Estoy dispuesto a darle la revancha a Ginjiro, se la merece”, dijo campeón del mundo de peso mínimo de la Federación Internacional de Boxeo (FIB/IBF).
Reitero el agradecimiento del apoyo y comentó que fue al hospital para descartar que el golpe en la cabeza pudiera tener consecuencias; le hicieron una resonancia y aunque dijo que no es nada de consideración, comentó que no puede escuchar bien de un oído.
¿Qué pasó en la pelea de ‘cejitas’ Valladares?
El boxeador regiomontano logró retener su título en la pelea de este viernes por la madrugada (en horario de México), debido a que la pelea fue terminada en el tercer asalto como un empate técnico y posteriormente se determinó como no-content.
Valladares chocó con su cabeza en el rostro de su rival, pero fue él quien resultó con más daño, pues ya no pudo continuar con la pelea alegando que se sentía mareado y no podía escuchara su esquina.