Monterrey. - Es uno de los paratletas más laureados de Nuevo León en la última década, seis veces campeón nacional, subcampeón mundial en Lanzamiento de Clava y cuarto lugar en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, se trata de Mario Santana, quien ha tenido que librar una gran cantidad de obstáculos en su vida para seguir en pie de lucha por sus objetivos.
El oriundo de Villaldama, Nuevo León, quiere convertirse en el primer medallista paralímpico del estado, y con esa idea se prepara para ir a los Juegos de París 2024, certamen para el que ya está clasificado.
Sin embargo, tener el reconocimiento que tiene de Nuevo León y de México no ha sido sencillo, la vida le ha puesto pruebas muy complicadas, pero nada ha impedido que pueda figurar en el deporte.
La tarde del 29 de octubre del año 2002, mientras practicaba el futbol americano estudiantil en la UANL, la vida de Mario Santana dio un vuelco inesperado.
“Fue hace casi 21 años, en una jugada totalmente accidental, en una jugada de kick off que me cambió la vida totalmente, choco con un compañero y no sé si perdí el punto de apoyo, como que se aflojó la columna y me fracturé el cuello, en ese momento quedé con lesión cervical c-5 y c-6, quedé con una secuela que me dejó en silla de ruedas y sin mover prácticamente el 90 por ciento del cuerpo”, expresó el que fuera estudiante de Facpya.
En el hospital, el doctor en turno le informó que tenía una fractura grave y, antes de entrar al quirófano, le dio un paro respiratorio, así como tres infartos cardíacos, aun así, siguió con vida.
“En ese momento (cuando se recuperó) me pregunté, ¿qué sigue?, ¿rehabilitación?, así que convertí la rehabilitación en un deporte y me puse a competir contra mí mismo, ahí me dije, cómo puedo destacar entre los chuecos, así les digo a los atletas en ruedas”, detalló.
Una década después empezó a practicar el basquetbol, tras ver que Saúl Mendoza ganó una medalla en Londres, pero luego le hablan del Lanzamiento de Clava, donde solo compiten clasificación 51, de la cual forma parte.
“Ahí empecé, en 2013 buscó a las personas indicadas, me hacen las pruebas y lanzo más del que estaba lanzando en Monterrey, me llevan al primer nacional y lo gano; desde entonces vinieron resultados en cascadas, campeonatos nacionales y luego clasifiqué a Toronto”, mencionó.
“Sé que el próximo año estoy a un escalón de ser el primer medallista de Nuevo León en la historia de Paralímpicos, es decir, Nuevo León no tiene medallista y quiero ser el primero, pero no solo eso, sino sumarlo con un campeonato del mundo y si se puede, buscar el récord del mundo, porque estamos cerca. Estoy viviendo un sueño que ni siquiera tenía cuando estaba parado”.
El deporte lo ha llevado a cambiar de residencia, primero de Villaldama a Monterrey y luego a la Ciudad de México, tras la pandemia regresó a tierras regias, donde se sigue preparando para destacar como paratleta.