Ciudad de México.- A lo largo de la semana del Gran Premio de México, distintos pilotos de Fórmula 1 vivieron lo que es la cultura mexicana.
Durante este jueves, Sergio Pérez y Max Verstappen, corredores de Red Bull, rompieron una piñata. Para esta actividad, fue el tapatío quien le explicó al neerlandés el desarrollo de lo que debía hacer, hasta que cayeron los dulces que se encontraban al interior.
En otros momentos, Charles Leclerc, de Ferrari, compartió en sus redes sociales la fotografía en la que dio una mordida a un chile jalapeño.
“Hola, México, te amo, pero esto es demasiado picante para mí”, señaló el monegasco.
El mismo Leclerc también protagonizó la preparación de una torta de chilaquiles.
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Valtteri Bottas, de Alfa Romero, fue otro piloto que se unió a esta serie de eventos, pues, de entrada, reveló su casco para las actividades del Gran Premio, donde los tacos son protagonistas: “Todo lo que quiero es tacos”, es una de las frases que aparece, junto a otros elementos.
Al igual, el finlandés protagonizó un momento divertido para la afición mexicana, ya que a través de sus historias de Instagram publicó un altar de muertos en donde aparece su fotografía junto a la de Guanyu Zhou, su coequipero.
Entre otras acciones fue la entrega de una playera del Atlante a Pierre Gasly, corredor de Alpine.