São Paulo.- El uruguayo Luis Suárez habló este martes en tono de despedida del Grêmio brasileño, al recibir un homenaje por parte de la Asamblea Legislativa del estado de Rio Grande do Sul.
Suárez fue condecorado con la medalla del mérito Farroupilha, el máximo honor entregado por el órgano legislativo de Rio Grande do Sul, en una ceremonia celebrada en Porto Alegre, en el que gran parte del público le pidió que se quedara en Grêmio.
No obstante, el delantero de 36 años, que anunció hace meses que no continuará en el club de Porto Alegre, habló en tono de despedida y dijo que deja amigos en su paso por el equipo brasileño.
"Dejas amigos. Nuestros hijos dejan amistades. Me quedo con el cariño que me dio la gente de Grêmio y también de Internacional (...) muchas gracias por el cariño. Nos veremos pronto", dijo Suárez, hablando en español.
El ariete uruguayo ha logrado por el momento 26 goles en esta temporada en Brasil, entre ellos 14 tantos en la liga brasileña, unos números que lo sitúan como el tercer máximo anotador de la competición.
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La temporada espectacular de Suárez ha contribuido llevar a Grêmio, recién ascendido de segunda división, a la quinta posición en la tabla, con posibilidades reales de ganar la liga a tres jornadas del final del torneo.
Grêmio tiene 59 puntos y está a cuatro unidades de Palmeiras y Flamengo, clubes que comparten el liderato tras la jornada 35.
Debido a una lesión de rodilla, Suárez decidió permanecer solo una temporada en Grêmio, en lugar de las dos que había apalabrado inicialmente.
El charrúa todavía no ha aclarado su futuro y, según la prensa, entre sus posibles destinos podría estar el Inter Miami, donde se reencontraría con Lionel Messi, o el River Plate argentino.