Monterrey.- La trayectoria de un deportista tiende a ser corta; sin embargo, en la lucha libre mexicana no es así.
En otros deportes, como futbol o futbol americano, un atleta puede retirarse alrededor de los 37 o 38 años de edad, salvo casos puntuales como lo llegó a ser Tom Brady a sus 45 años.
Incluso, en el futbol mexicano también se encuentra el tema de Óscar ‘Conejo’ Pérez, quien a sus 46 años dijo adiós a las canchas, aunque también se conoce que la posición de portero es longeva.
Aun así, estos ejemplos no se acercan a los peleadores aztecas que siguen subiendo a un ring.
Algunos luchadores veteranos que siguen activos son Garringo (71 años), Negro Casas (63 años), Blue Panther (63 años), Atlantis (61 años), Damián 666 (62 años), Fuerza Guerrera (69 años), entre otros.
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Ellos sin contar a la gran camada que hay de peleadores en sus 50’s, como Nicho El Millonario (52 años), L.A. Park (57 años), Último Guerrero (51 años), Electroshock (53 años), y más.
Ante esto, hay que recordar el hecho de que la lucha libre es un deporte espectáculo con desgaste físico y riesgos incluidos en la práctica, razón que hace surjan varias interrogantes en torno a los gladiadores veteranos que se mantiene luchando.
El cuestionamiento principal está en el hecho de si la remuneración económica de la lucha libre es positiva, pues podría ser una de las razones por las que muchos peleadores continúen peleando, el tener la necesidad de seguir generando ingresos a causa de malas pagas a lo largo de su carrera o en la misma actualidad.
A su vez pueden surgir más preguntas, como el hecho de que lleguen a existir buenas pagas, pero mala gestión financiera.
Incluso, aunado a eso, otro tema sería el hecho de que hay un gran cariño a su labor y el sentimiento que les genera que no la quieran dejar, es decir, cierto romanticismo con la labor.
Lo que es un hecho es que la lucha libre cuenta con figuras longevas, incluso algunas con desgaste que se deriva del estilo de lucha, como lo llega a ser el extremo.