Monterrey.- El pasado sábado ocho “aficionados” de Rayados fueron detenidos en las inmediaciones del Estadio BBVA, tras la eliminación del cuadro regio ante Atlético de San Luis en Cuartos de Final.
Una fuente reveló a ABC Deportes que los presuntos seguidores albiazules fueron asegurados por alterar el orden público.
Los hechos ocurrieron la noche del 2 de diciembre, tras el silbatazo final del partido entre regios y potosinos, cuando se suscitaron diferentes hechos de violencia entre personas que estuvieron en la tribuna de ese partido.
Estas confrontaciones se habrían dado entre simpatizantes de Rayados, quienes también arrojaron vasos con bebidas alcohólicas cuando el árbitro marcó el final del partido y abuchearon al unísono a los futbolistas albiazules.
Si bien, integrantes del staff del “Gigante de Acero” aparecieron en escena para separar a los involucrados en las peleas, el conato de bronca se reinició al menos un par de ocasiones más.
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También fuera del estadio, algunos involucrados llegaron a utilizar las vallas de seguridad que se colocan alrededor del recinto, pero el hecho no pasó a mayores y no se reportaron personas trasladadas a hospitales cercanos.
Este tipo de situaciones no se presentaban en el Coloso de Guadalupe desde el 30 de octubre del presente año, cuando “La Pandilla” cayó goleado 3-0 contra América.
La Policía de Guadalupe dio a conocer que 10 personas fueron detenidas al termino de ese cotejo, por alterar el orden público durante y al final de los 90 minutos reglamentarios.
Mediante un operativo organizado por dicha corporación, los oficiales lograron sorprender a algunos de los rijosos en los alrededores del llamado Gigante de Acero, esto con apoyo de las cámaras de video vigilancia conectadas al C4.
En cambio, otros de los implicados fueron referidos por personal de seguridad privada del Estadio por iniciar conatos de riña, arrojar vasos con cerveza, entre otras conductas.
Los hechos violentos en el estadio de Rayados se han presentado a lo largo del año, pero el caso más mediático fue el ataque a un par de paramédicos en una zona cercana al recinto, que dejó a ambos trabajadores hospitalizados. Esto ocurrió tras la derrota contra Cruz Azul el 27 de agosto.