Estados Unidos.- Los Denver Nuggets jugarán la final del Oeste tras triturar en Phoenix a unos Suns que, pese a contar con Devin Booker y Kevin Durant como figuras, volvieron a cerrar su temporada con un fiasco enorme (100-125 y 2-4 en la serie).
Los Suns terminaron el curso pasado con una humillante derrota en el séptimo partido y en casa ante los Dallas Mavericks de Luka Doncic en las semifinales del Oeste (90-123) y se estrellaron de nuevo con estrépito en el momento en el que se jugaban la temporada.
Aunque los locales maquillaron algo el resultado final en los minutos de la basura, las estadísticas de la primera parte reflejaron con exactitud el paseo militar de los Nuggets y el hundimiento de los Suns.
Denver llegó a ganar de 32 puntos en el segundo cuarto, aterrizó en el descanso con un demoledor 51-81, metió el 61,7 % de sus tiros de campo, dobló a Phoenix en puntos en la pintura (44 frente a 22), controló el rebote (24 por 13) y solo perdió 2 balones (frente a los 8 de los Suns).
El equipo de Mike Malone no solo presumió de artillería en ataque, sino que también deslumbró en defensa atornillando a Durant (8 tantos con 2 de 11 en tiros en la primera mitad) y Booker (11 puntos con 4 de 12).
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No hubo historia en una segunda parte intrascendente en la que los Suns exhibieron una triste impotencia y los Nuggets conservaron su amplísimo margen sin ninguna dificultad.
Los Suns, que revivieron casi paso por paso su traumática eliminación ante los Mavericks en 2022 (también perdían entonces de 30 puntos tras la primera mitad), fueron abucheados por su afición en el descanso y solo pudieron presentar como 'atenuante' las ausencias por lesión de Chris Paul y Deandre Ayton.
Por su parte, los Nuggets disputarán su primera final de conferencia desde la 'burbuja' de 2020 y, como líderes en el Oeste en la temporada regular, tratarán de alcanzar sus primeras Finales de la NBA en toda su historia.
Su rival saldrá de la semifinal entre Los Angeles Lakers de LeBron James y los Golden State Warriors de Stephen Curry (3-2 para los de púrpura y oro).
En este triunfo ya histórico para la franquicia de Denver destacaron especialmente Nikola Jokic (triple-doble con 32 puntos, 10 rebotes y 12 asistencias), Jamal Murray (26 tantos con 4 triples) y Kentavious Caldwell-Pope (21 puntos).
Por su parte, Cameron Payne, con 31 puntos y 7 triples, fue el único que se salvó del naufragio en unos Suns en los que Durant terminó con 23 puntos (8 de 19) y en los que Booker decepcionó con solo 12 tantos (4 de 13).
ANIQUILADORA PRIMERA MITAD
Payne y Jock Landale, los reemplazos de Paul y Ayton en el quinteto inicial, ofrecieron algo de esperanza metiendo los 7 primeros puntos de los Suns.
Pero ese inicio fue solo fue un espejismo.
Los Nuggets, absolutamente dominantes en ambos lados de la cancha, dieron un aniquilador recital en un primer cuarto brutal (26-44) que cerraron a lo grande con un espectacular parcial de 0-17 en tres minutos.
Caldwell-Pope sumó 17 puntos con un arrollador 6 de 7 en tiros y Jokic manejó los hilos del juego a su antojo hasta sumar 14 tantos, 4 rebotes y 5 asistencias.
¿En los Suns? La nada más desértica, tanto que Payne con 10 puntos anotó más que Booker y Durant juntos (7 entre ambos).
La situación empeoró aún más para Phoenix en el segundo cuarto, sin soluciones desde el banquillo ni asomo de reacción en la cancha.
Murray se unió al fiestón de los Nuggets con 15 puntos solo en el segundo periodo, pero en realidad todo le salía de maravilla a los visitantes, tremendamente superiores en todas las facetas: control de la pintura, lucha por el rebote, acierto en el tiro, concentración en defensa, circulación de balón...
Tras una primera mitad soñada para los de Denver (51-81), unos Suns sin alma ni orgullo solo pudieron recortar hasta el -23 durante el tercer cuarto, llegaron al último con un inabordable -27 y finalmente acabaron sellando otro tristísimo capítulo para la franquicia de Arizona.