Monterrey.- Tierra y Libertad al norponiente de Monterrey, una zona popular, de pandillas, drogas y delincuencia.
Sin embargo, al cruzar el portón, entre las colchonetas, las pesas, costales, dommies y canastas de básquet, decenas de jóvenes son alejados, a veces por un momento, a veces de por vida “del mal camino”, las bandas y las adicciones, así como la Lucha Libre hizo que él pasara “de vago” al estatus de atleta estrella, platicó el Vampiro Canadiense.
Esa tarde, en medio de sus entrenamientos, de los silbatos y gritos exigentes de los entrenadores, entre el sudor por el esfuerzo y la intensa práctica, la rutina se pausó.
Aunque muchos ya sabían, a otros tantos los tomó por sorpresa, de presencia imponente, de poco menos de los 2 metros, en ropa cómoda; pants negros, tenis del mismo tono y una playera roja -los mismos tonos que su equipo en los 90’s cuando usaba mallines y una banda roja de kung fu- acompañado de una comitiva del municipio, hizo un recorrido por las instalaciones.
Sencillo en su trato se acercaba con los entrenadores a ver el amplio espacio del gimnasio Monterrey 400, también a presenciar algunas prácticas, intercambiando consejos de técnicas, sobre todo en las áreas de Tae Kwon do, lucha y wushu, tras la invitación del ayuntamiento que encabeza el alcalde Luis Donaldo Colosio Riojas.
Ian Richard Hodgkinson, conocido en la lucha como el Vampiro Canadiense o Casanova, el luchador profesional que sigue vigente, llamaba la atención de los más experimentados (sobre todo en años) y de los más novatos que también lo identificaron de la AAA o de la “lucha gringa”.
Ya no iba maquillado como los Misfits, aunque se sigue viendo como atleta, con todos los tatuajes, el Vampiro dio una plática motivacional denominada “La Lucha Diaria”, primero en el gimnasio municipal 10 de marzo en la colonia del mismo nombre en la capital de Nuevo León a eso de las 16:30 horas.
Ya pasadas las 18:20 horas hizo lo propio en el Monterrey 400, dónde pasó el tiempo con los deportistas, sus padres, y aficionados del deporte, a quienes pudo responder unas preguntas de sus experiencias, de cómo es sobrevivir a las calles y los riesgos que en ellas abundan, y cómo el deporte y la disciplina, en sí esa “lucha diaria” lo ha sacado adelante.
Esto implica también el combate al Alzheimer y Parkinson que padece, lo que compartió desde 2019 con sus seguidores en redes sociales que, cuando entonces, se encontraba en las primeras etapas de ambas condiciones, pero también destacó cómo la labor social de dar pláticas y conferencias, el proyecto de “Ángeles Urbanos” y la música lo mantienen en ruta.
También mediante la ONG de “Guardian Angels” dijo que sigue y persigue activar al ciudadano en acciones focalizadas en su barrio, a través de rehabilitar espacios públicos; escuelas, plazas, jardines, la conservación de los mismos y la vigilancia coordinada con las autoridades en su comunidad para disminuir los índices delictivos en la misma.
El Vampiro anunció en redes sociales en abril pasado que se retiraría de la lucha libre, esto tras reaparecer, en Triplemanía XXXI de la AAA, realizado en Monterrey. Pero “terco” a su modo de vida, el próximo domingo también forma parte de un cartel en un centro de espectáculos de San Pedro Garza García.