Ciudad de México. – Quien no se ha descolgado en absoluto de la Fórmula Uno a sus 43 años es Fernando Alonso. Desde su debut con Minardi en 2001, el asturiano ha disputado un total de 399 grandes premios, con 32 victorias, casi un diez por ciento del total, y 106 podios (un 26,6 % de las carreras), lo que exhibe la persistencia del doble campeón del mundo.
Alonso, que este miércoles recalcó que este hito exhibía su amor por este deporte y «la disciplina» para «rendir a un nivel muy alto durante más de veinte años», cuenta, sin embargo, con pocos objetivos a corto plazo pese a celebrar este fin de semana los cuatrocientos grandes premios.
Encajonado en la novena posición del campeonato, con 62 puntos, mantiene una diferencia de 33 puntos con el alemán Nico Hulkenberg (Haas), décimo, y de 88 con el mexicano ‘Checo’, ya con 150.
La de ‘Checo’, de hecho, es una oportunidad de redención este fin de semana. El piloto de Guadalajara vive en Foro Sol la gran cita del año al correr en casa y quiere quitarse la espina de lo ocurrido el año pasado, cuando hubo de retirarse tras una salida accidentada en la que se encontró con Leclerc.
Pérez ha seguido de cerca los éxitos de Verstappen en el GP de México, en el que acumula cinco triunfos, y quiere olvidarse de la ‘mochila’ que lleva desde hace varios meses por el rendimiento este año con Red Bull, pues no se ha mostrado lo consistente de otros cursos y es el último de los ocho pilotos de los equipos Red Bull, Ferrari, McLaren y Mercedes, los cuatro equipos que han dominado el campeonato.
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No obstante, esas 71 vueltas al circuito de Ciudad de México, con 4.304 metros y una de las curvas más espectaculares del circuito en el Foro Sol, suponen una oportunidad de reivindicación para el mexicano, que ha tenido que escuchar gran premio tras gran premio crítico sobre su rendimiento.
México podría definir el Campeonato de Constructores y segundo lugar en pilotos.
Ni una semana ha pasado desde que el británico Lando Norris (McLaren) fuera penalizado tras pasar al neerlandés Max Verstappen (Red Bull) en un adelantamiento frustrado que permite al triple campeón del mundo acariciar, no sin polémica, su cuarto entorchado en el GP de México, hogar del mexicano ‘Checo’ Pérez y lugar de los 400 grandes premios del español Fernando Alonso (Aston Martin).
Con el GP de Estados Unidos y todo lo que desencadenó todavía en la retina, el GP de México busca esclarecer el ganador del Mundial de constructores, ese que lidera McLaren, pero al que se acerca Ferrari, mientras apenas queda ya batalla en el Mundial de pilotos, con Verstappen liderando por 57 puntos a falta de cinco carreras.
La victoria del monegasco Charles Leclerc (Ferrari) y el segundo puesto de un incontestable Carlos Sainz (Ferrari) en Austin permitieron a la escudería italiana aproximarse a la pugna que mantienen McLaren y Red Bull por el campeonato de constructores, que promete ser la gran lucha abierta de los próximos cinco grandes premios.
Ferrari, con 496 puntos, es tercera en esa tabla, en la que destaca con 544 unidades el equipo inglés McLaren, cuarenta puntos por delante de Red Bull, por lo que ese acercamiento en el mundial puede animar algo la pelea del título.
Ocurre lo mismo con el mundial de pilotos. Finiquitado prácticamente el desenlace del título, el último triunfo de Leclerc, con 275 puntos, ha acercado al monegasco a apenas 25 puntos de Norris en la disputa por la segunda plaza, lo que puede avivar estas últimas cinco carreras.
La gran sorpresa de este pasado GP de Estados Unidos fue el ritmo de los Ferrari, especialmente el marcado durante todo el fin de semana por el monoplaza de Carlos Sainz. El madrileño dijo estar muy satisfecho con la evolución del coche y es otro que, como Leclerc, quiere acechar a su máximo nivel en la clasificación, el australiano Oscar Piastri (McLaren), para ser cuarto.
Sainz llegaba con la vista puesta en mantener la distancia respecto al británico Lewis Hamilton (Mercedes), el ‘heredero’ de su monoplaza en Ferrari. Pero nada más lejos de la realidad.
Mientras Sainz celebraba en el segundo cajón del podio, el heptacampeón del mundo estaba analizando los porqués de su salida de pista en la tercera vuelta, lo que le hizo decir adiós al circuito… y a la quinta posición del mundial. Sainz cuenta ya con 38 puntos de ventaja sobre el inglés, que tras sumar dos victorias en el GP de Silverston y el de Bélgica, parece haber ido descolgándose de la tabla.