Estados Unidos.- El pitcher mexicano Julio Urías llegó a las Grandes Ligas en 2016 con Los Angeles Dodgers, equipo con el que permaneció hasta el 2023.
Urías llegó a su mejor momento en el 2020, cuando se coronó campeón de la Serie Mundial con Dodgers ante Tampa Bay Rays. El mexicano se hizo cargo de las últimas dos entradas y ponchó a Willy Adames para consagrarse como Campeón de las Grandes Ligas.
En aquel entonces, el mexicano fue figura en la conclusión de 32 años del equipo angelino buscando la obtención del Trofeo del Comisionado, haciendo característica la bola rápida con alcance de 97 millas por hora como su primer lanzamiento.
El sinaloense se posicionó rápidamente como un estandarte del equipo, y sus buenas actuaciones lo llevaron a colocarse como uno de los probables próximos ídolos del deporte mexicano, sin embargo, todo cambió el 3 de septiembre del 2023.
Urías estaba a meses de culminar su contrato con Dodgers, y ya se hablaba de negociaciones para renovarlo por una cantidad aproximada a los 200 millones de dólares, sin embargo, el mexicano fue arrestado por el delito de violencia doméstica, en las afueras del Estadio BMO de Los Angeles FC de la Major League Soccer.
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Urías agredió a su pareja, empujándola contra una reja, mientras varias personas lo grababan y llamaban a la policía para que intervinieran en el ataque.
Julio se declaró culpable y, tras salir de su detención a tres días del hecho al pagar una fianza de 50 mil dólares, fue condenado a 36 meses de libertad condicional, además de ser obligado a asistir a cursos contra la violencia de género.
Su renovación quedó suspendida, y a finales de 2023, su contrato expiró, por lo que quedó como Agente Libre, sin embargo, las reglas de la MLB vetan a los beisbolistas con antecedentes delictivos, por lo que su vuelta a la élite deportiva quedó prácticamente descartada.