Dallas. - Las esperanzas de los Dallas Cowboys de alcanzar los playoffs se ven ensombrecidas por una serie de lesiones que han afectado a jugadores clave. La más preocupante es la de su mariscal de campo estrella, Dak Prescott, quien sufrió una lesión en el tendón de la corva durante el partido contra los Atlanta Falcons.
Las pruebas médicas revelaron que la lesión de Prescott es más grave de lo anticipado, lo que podría obligarlo a perderse varias semanas de juego, incluso podría ser colocado en la reserva de lesionados. Esta noticia es un duro golpe para los Cowboys, que dependen en gran medida del talento y liderazgo de Prescott.
La lesión de Prescott se produjo durante un acarreo improvisado en el tercer cuarto del partido contra los Falcons. A pesar de intentar continuar jugando, el dolor le impidió hacerlo y tuvo que ser sustituido por Cooper Rush, quien ha demostrado ser un suplente confiable en el pasado.
La ausencia de Prescott es un duro golpe para los Cowboys, que ya han sufrido una serie de lesiones a lo largo de la temporada. Su contrato de cuatro años y 240 millones de dólares lo convierte en el mariscal de campo mejor pagado de la NFL, y su liderazgo es fundamental para el éxito del equipo.
Además de Prescott, el receptor estelar CeeDee Lamb también presenta molestias en el hombro y se someterá a una resonancia magnética para determinar la gravedad de su lesión. Aunque Jerry Jones, propietario y gerente general de los Cowboys, expresó su optimismo sobre la disponibilidad de Lamb, la incertidumbre sobre su estado físico añade más preocupaciones al equipo.
Con un récord de 3-5, los Cowboys se encuentran en una situación complicada y necesitan urgentemente recuperar a sus jugadores estrella si desean mantener vivas sus aspiraciones de playoffs. La próxima semana será crucial para determinar el alcance de las lesiones de Prescott y Lamb, y cómo afectarán el resto de la temporada para los Cowboys.