Baréin.- El piloto neerlandés Max Verstappen (Red Bull) afirmó que el nuevo RB20 es "bastante prometedor", como todo lo que envuelve al equipo Red Bull, pero quiso quitarse presión asegurando que "sólo" habían "terminado los test" y que aún no sabe si son "lo suficientemente rápidos" para conseguir un cuarto mundial consecutivo.
El tricampeón del mundo comentó en una rueda de prensa previa al Gran Premio de Baréin, el primero de la temporada, que tiene "ganas de ver" dónde están, porque en los test de la semana pasada se sintió muy cómodo y cumplieron el programa estipulado, pero, al mismo tiempo, explicó que hay "muchas carreras", no sólo Baréin, y que los tiempos no son significativos.
Preguntado por si tiene presión por una cuarta corona, dijo que es mejor no pensar en ello, sino "despertarse, ir a la pista, correr y luego ver los resultados".
Asimismo, prefirió no hablar sobre el jefe de equipo, Christian Horner, que estaría siendo investigado por su comportamiento por el propio equipo y del que dijo que no le afecta su situación. "Espero que se sepa muy pronto, pero estoy muy centrado en el coche", sostuvo Verstappen.
"No me quiero involucrar. Creemos en el proceso que se está siguiendo con Horner y hay que ser pacientes", resaltó 'Mad Max', que, como sus compañeros, se quejó del calendario, e insistió en que ya están "muy por encima del límite de carreras".
"Soy joven, pero no voy a estar diez años más haciendo 24 carreras al año. Hay que pensar en la calidad y no en la cantidad", aseveró Verstappen, que concluyó subrayando que no sólo "no es sostenible", sino que hay un momento "en el que tienes que evaluar tu calidad de vida".