Manchester.- Después de tres partidos sin ganar, con dos derrotas recientes, el Manchester United se levantó a última hora para sacar adelante el cara a cara con el Newcastle y suspirar por un puesto europeo que definirá en la última jornada de la Premier, el domingo en el campo del Brighton.
Tres puntos separan al conjunto de Erik Ten Hag del Chelsea, que tiene el sexto puesto en la clasificación. Ya está a la altura del Newcastle, que no tuvo acierto para evitar la derrota. El segundo choque sin ganar que le deja casi fuera de su objetivo.
El choque dejó en evidencia la falta de estabilidad defensiva de ambos equipos, y pudo arrancar con un gol de Casemiro que no llegó por poco. Fue a la media hora cuando el choque se rompió en una buena acción colectiva culminada por Kobbie Mainoo, que aprovechó un buen pase de Amad Diallo que dejó pasar Bruno Fernandes, el alma 'red'.
El Newcastle afrontó el duelo a pecho descubierto. Bruno Guimaraes fue una amenaza constante. Pudo empatar al borde del intermedio, pero lo hizo el conjunto de Eddie Howe al inicio de la segunda parte, en un saque de puerta del United que no tuvo buen fin. Recuperó el balón el cuadro visitante, le llegó a Jacob Murphy, que envió un centro al área donde irrumpió Anthony Gordon que, con la puntera, batió a Andre Onana.
El choque se volvió loco. Un pase de Gordon a Aleksandar Isak pudo poner por delante a las Urracas, pero Sofyan Amrabat llegó oportuno para frustrar el intento. El balón dio en el larguero.
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Cuando tenía el control el Newcastle y el partido de cara apareció el United para tomar ventaja. En un córner que despejó la zaga blanquinegra y que recibió Amad Diallo con un disparo perfecto imposible para Martin Dubravka.
Pudo igualar Sean Lonstaff, pero Onana había encontrado su mejor momento. Repelió esa ocasión y también la de Joelinton justo después. Fuera se marchó la de Anthony Gordon cinco más tarde.
Y en una contra, cuando el choque apuntaba al empate, sentenció el Manchester United. Una contra dirigida por Bruno Fernandes, que encontró a un Rasmus Hojlund que llevaba pocos minutos sobre el campo. El danés se hizo fuerte en el área y, a pesar de la oposición de la defensa, pudo cruzar el balón y superar al meta.
El 3-1 pesó sobre el Newcastle, que maquilló su derrota en el 92 con un zapatazo desde el borde del área de Lewis Hall que no tuvo continuación ni pudo evitar el segundo revés seguido.