Los Ángeles.- Raúl González está próximo a cumplir 40 años de aquellas dos medallas que consiguió en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984.
Fue un 11 de agosto de ese año que el marchista originario de Nuevo León logró una épica hazaña que quedó en los libros de historia del deporte mexicano.
Días antes de esa fecha, Raúl logró subirse al podio en el Coliseum con una medalla de plata, en la prueba de 20 kilómetros, sólo detrás de Ernesto Canto, su compatriota mexicano y con quien consiguió otra memoria inolvidable para el país, el 1-2 en esta prueba.
Ya el día 11, González ingresó al Coliseum con la firme intención de hacer historia y lo concretó, pues se bañó de oro en la prueba de 50 kilómetros y se consagró para la posteridad.
Cabe mencionar que Raúl se propuso participar en la doble competición en dicha justa, aunque el Comité Olímpico Mexicano y su entrenador no estaban de acuerdo, pues había una corta diferencia de días entre cada prueba y lo veían complejo.
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Sin embargo, ganó los dos eventos selectivos para instalarse en esas pistas.
Ahora, se encarga de entrenar a los juveniles mexicanos en marcha y ayudarlos a escribir su propio legado.