Mallorca.- El Real Madrid se dejó sus dos primeros puntos en Son Moix, ante el Mallorca (1-1), en el arranque de La Liga EA Sports que premió el entusiasmo y el crecimiento del conjunto de Jagoba Arrasate y que dejó en evidencia las lagunas del campeón, que desapareció en la segunda parte y que no tuvo recursos a pesar de todo su arsenal.
La primera salida destapó algunas lagunas en el juego madridista, condicionado por la baja de Toni Kroos, el 'hombre orquesta' en la zona ancha y al que acudían sus compañeros cuando las cosas se ponían difíciles. Pero esta noche el alemán no estaba.
La presencia de Mbappé, Vinicius, Bellingham sobre el terreno de juego no fue suficiente para imponer la jerarquía que se le supone a un Madrid candidato a ganarlo todo.
El Mallorca, con entrega, sacrificio, armas que siempre han destacado en el libreto de Arrasate, como lo demostró en su exitosa etapa en el Osasuna, le paró los pies a un adversario temible.
El juego bermellón ha cambiado con respecto al que exhibía con el mexicano Javier Aguirre en el banquillo. Es más vertical, agresivo, y le saca más partido a las bandas, donde cumplieron perfectamente su cometido Dani Rodríguez y Takuma Asano.
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Es solo el principio, pero el equipo madridista ya ha dejado algunos interrogantes en la isla, que despejará, seguramente, en el futuro: avasalla, pero no culmina; domina sobre el terreno de juego, pero no traslada esa superioridad al marcador.
El choque no pudo tener mejor inicio para el Mallorca con las dos ocasiones creadas en los primeros cinco minutos: Dani Rodríguez amenazó con un disparo que se marchó desviado por muy poco, y Courtois tuvo que esforzarse para despejar al córner un remate de Samu Costa.
La alegría en las filas bermellonas y en las gradas duró poco, lo que tardaron en asociarse Vinícius, Mbappé y Rodrygo, con el 0-1 marcado por este último (min. 12) que devolvió a la realidad al equipo de Arrasate.
Rodrygo realizó dos regates antes de batir a Greif con disparo ajustado al palo más alejado del portero eslovaco.
La ventaja en el marcador permitió a los madridistas -que comparecieron con el mismo once que ganó la Supercopa de Europa-imponer un juego más reposado. De hecho, no volvieron a crear peligro hasta el minuto 35, con una acción de fantasía en la que intervinieron Bellingham, Vinícius, Valverde, Rodrygo y Mbappé.
El francés no llegó a cabecear por poco a un balón tocado ligeramente por Greif. Mbappé intentó muchas cosas en el primer periodo con distinto resultado; en todo caso, en ninguna de ellas dispuso de un remate franco para incrementar la ventaja en el marcador.
El Mallorca también disfrutó de una gran ocasión tras un error de Courtois en el despeje tras un centro de Asano (min. 41). Muriqi llegó con ventaja a ese balón, pero el propio meta belga despejó al córner enmendando su fallo.
El 1-1, obra de Muriqi, nada más comenzar la segunda parte, obligó al Madrid a dar un paso adelante. El cabezazo del kosovar tras un saque de esquina lanzado por Dani Rodríguez, fue inapelable.
Pero fue el equipo de Arrasate el que aprovechó las dudas que surgieron en el conjunto blanco. Muriqi volvió a amenazar la portería visitante en uno momentos en que el choque ya era de ida y vuelta entre dos rivales al que el empate no satisfacía en absoluto.
Mbappé tuvo el 1-2 (min., 61) con un derechazo raso, pegado al palo derecho de la meta balear al que Greif respondió sacando una mano salvadora. El galo repitió jugada poco después. También se encontró con el portero eslovaco con otra parada decisiva a que intentó llegar Rodrygo con la oposición del colombiano Mojica que impidió el gol visitante.
El equipo de Ancelotti, con Modric en el sitio de Tchouaméni, se esmeró en busca del gol de la victoria en el tramo final.
Tuvo sus ocasiones, también disfrutó de las suyas el conjunto balear y el partido llego a su epílogo con el Madrid lanzado al ataque con Güler, Brahim, Lucas Vásquez, y un Mallorca defendiendo con todo.
La grada celebró el empate como una victoria. El punto sabe a gloria a los bermellones, que supieron defenderse cuando más apretaba un Madrid que acabó con diez jugadores en el campo por la expulsión de Mendy en el minuto 97, que vio la tarjeta roja directa por una entrada a Muriqi.