Barcelona.- La inspiración de Ayoze desarmó al Espanyol en el RCDE Stadium con un doblete (min.50+ y min.63) que dejó en nada el tanto inicial de Jofre en el tiempo añadido de la primera mitad y permite que el Villarreal borre el mal trago contra el Barcelona (1-5).
El conjunto amarillo dominó la mayor parte del encuentro con más recursos y pegada, pese a encontrarse con un rival más aguerrido en la segunda parte. De todos modos, el anfitrión demostró dificultades en la creación de peligro, pese a volcarse en el área rival en los compases decisivos del choque.
A los seis minutos, un mal rechace de Cabrera de cabeza, tras un centro de Ilias, pudo acabar mal para los locales, pero Joan García estuvo atento al desliz del uruguayo y mandó el balón al larguero. El marroquí volvió a ser protagonista al caer en el área en la siguiente acción, pero el árbitro no señaló pena máxima.
Tampoco vio nada cuando el Villarreal pidió penalti tras un encontronazo entre Kumbulla y Barry. Y es que todo el peligro lo ponía el cuadro amarillo. El Espanyol, con dificultades para pisar el área rival, no podía mantener el control ni el balón. Su primer acercamiento, un centro sin veneno de Omar a los 20 minutos.
El partido parecía haber entrado en una fase pausada, aunque Ilias, un diablo para la zara periquita, se encargaba de advertir al Espanyol de que no podía relajarse. El anfitrión no conectaba con Veliz arriba. El argentino chocó contra Albiol en un salto para conectar un balón y el capitán salió en camilla por una conmoción.
Te podría interesar
Los de Manolo González incrementaban sus revoluciones, pero no habían disfrutado de ninguna ocasión clara. Todo cambió con una acción de pizarra en el tiempo añadido de la primera mitad gracias a un tanto de Jofre, que definió una jugada de estrategia desde la frontal.
El 1-0, sin embargo, no hundió al Villarreal, dispuesto a aprovechar los ocho minutos de tiempo añadido. Ayoze empató al rematar de cabeza un centro de Baena, reiniciando un choque que concentró toda la emoción en los últimos compases y enfriando los ánimos de un eufórico RCDE Stadium.
La segunda parte arrancó con la misma emoción. Todo gracias a Ilias, dispuesto a acaparar los focos. El extremo amenazó dos veces seguidas al anfitrión a la contra. El Espanyol también quería parte del pastel y lo demostró con un robo de Pol Lozano que acabó en Puado, aunque la acción acabó en saque de esquina.
La puntería la tuvo el Villarreal. Baena, asistente, y Ayoze, finalizador, una sociedad que ya había presumido de calidad antes en el encuentro, adelantaron al cuadro visitante en el 63. La defensa periquita fue demasiado permisiva en esta acción.
El Espanyol tenía muchas dificultades para inquietar al rival, pero se acercó cuando el reloj empezó a apretar. Diego Conde, muy seguro, frustró los centros constantes en el tramo final. Lo intentaban Král, Puado y Ünüvar, pero la muralla del Villarreal estaba blindada. Los nervios se adueñaron del choque y los periquitos cuestionaron al árbitro varias de sus decisiones.