Varsovia.- La selección de Ucrania logró un triunfo clave por 2-0 frente a Islandia en el Stadion Wojska Polskiego de Varsovia y aseguró su lugar en la repesca hacia el Mundial 2026, que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá. Los goles de Oleksandr Zubkov y Oleksiy Gutsulyak en los minutos finales marcaron la diferencia en un partido decisivo del Grupo D en las Eliminatorias de UEFA.
Islandia inició la última jornada en la segunda posición y dependía de un empate para mantener sus opciones de clasificación. Sin embargo, el conjunto dirigido por Serhiy Rebrov mostró paciencia y resistencia hasta encontrar la oportunidad en el tramo final. Francia, líder del grupo, ya había asegurado su boleto directo a la fase final, dejando a Ucrania e Islandia en la disputa por el segundo puesto.
El encuentro se mantuvo cerrado hasta el minuto 83, cuando un córner ejecutado por Viktor Tsygankov fue prolongado en el primer palo por Gutsulyak y rematado en el segundo por Zubkov, atacante del Trabzonspor, que abrió el marcador con un cabezazo certero. Con Islandia volcada en ataque en busca del empate, Ucrania aprovechó los espacios y sentenció en el tiempo añadido. Gutsulyak recibió un pase de Ivan Kalyuzhny y definió para sellar el 2-0 definitivo.
La derrota dejó a Islandia fuera de la repesca, prolongando su ausencia en fases finales de la Copa del Mundo. La selección escandinava no logra clasificarse desde su histórica participación en Rusia 2018, mientras que Ucrania mantiene viva la esperanza de disputar su segunda fase final mundialista. La primera fue en Alemania 2006, donde alcanzó los Cuartos de Final.
El resultado refuerza el proyecto de Rebrov, que ha buscado consolidar a Ucrania en el plano internacional pese a las dificultades externas. Con jugadores como Tsygankov, Zubkov y Gutsulyak, la selección mostró carácter y determinación en un duelo que exigía máxima concentración.
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La repesca será el próximo reto para Ucrania, que intentará asegurar uno de los boletos restantes para el Mundial 2026. El triunfo en Varsovia no solo significó un paso deportivo, sino también un impulso anímico para un país que busca volver a la élite del futbol mundial.